Por Ethel Arredondo
Durango.- La Comisión Estatal de Derechos Humanos en Durango realizó la primera encuesta a la comunidad LGBTIQ+ y hoy se presentaron los resultados en Gómez Palacio.
Se destaca que las ideas suicidas en esta comunidad son tres veces más comunes que en el resto de la población; al 21% de quienes respondieron las preguntas, revelaron que les sugirieron u obligaron a tomar terapia para corregir su orientación sexual o identidad de género.
Este informe muestra los resultados de la Primera Encuesta Estatal LGBTIQ+ Durango 2023, que tuvo como propósito identificar las principales características de esta población para conocer la situación que se vive en la entidad, que permita generar propuestas de política pública y acciones gubernamentales para fortalecer las garantías y respeto a sus derechos humanos y libertades fundamentales.
Es la primera encuesta en su tipo a nivel Estatal y nacional, promovida por siete colectivos de la diversidad sexual, con el apoyo técnico de una consultoría, así como de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
La encuesta se desarrolló a través de la aplicación de una encuesta en línea, difundida en redes sociales mediante una campaña dirigida a personas LGBTIQ+ residentes en el estado de Durango.
Las respuestas al cuestionario fueron voluntarias, con absoluta confidencialidad y sin proporcionar datos personales. En la encuesta, de las personas que se identificaron como parte de la comunidad LGBTIQ+ el 56.7% dijo padecer ansiedad, la mitad de depresión, el 30.4 pensamientos suicidas, el 23.9 % han sufrido de violencia escolar y el 13.7 de violencia familiar.
La edad en que revelaron su orientación sexual o identidad de género se concentra el mayor porcentaje en el rango de edad entre 16 y 20 años (34.9%) seguido por el de 11 a 15 años con el 32.9%. El 59% le comentó sobre su orientación sexual o identidad de género a un amigo/a; 18% a la mamá, 11% al hermano o hermana; de estos el 79% refirió que lo aceptaron, pero el 11% fue rechazado.
La familia es dónde se manifiesta haber sufrido mayor violencia y rechazo debido a su orientación sexual o identidad de género, con el 39.3%, seguida por las instituciones religiosas con el 32.1%, la escuela con el 31.3% y en la comunidad social o espacios comunitarios también el 31.3 por ciento. Un dato preocupante es que al 21% le sugirieron u obligaron a tomar terapia para corregir su orientación sexual o identidad de género.
Las mal llamadas “Terapias de conversión” o ECOSIG (Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género) son prácticas consistentes en sesiones psicológicas, psiquiátricas, métodos o tratamientos que tienen por objeto: modificar, obstaculizar o menoscabar la expresión o identidad de género, así como la orientación sexual de la persona.
Son actos de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes, que van desde toques eléctricos en genitales, baños con agua fría hasta rigurosas dietas y medicación con fármacos controlados. El tipo de terapia que le ofrecieron fue 10.8% psicológica, 9.1% religiosa y 3.2% psiquiátrica
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