Redacción El Coahuilense
Ciudad de México.- La defensa de Casandra, madre de la joven María José, víctima del presunto feminicida de Iztacalco, Miguel “N”, solicitó a la dirección del Reclusorio Oriente y al Instituto de Servicios Periciales y Ciencias Forenses (Incifo) acceso a la necropsia, así como a actos de investigación respecto a la muerte del sujeto vinculado con al menos siete feminicidios.
En conferencia de prensa, Erendali Trujillo, abogada de las víctimas, expuso que tanto la Fiscalía General de Justicia local como la Unidad de Gestión Judicial fueron omisas al no avisarles formalmente de la muerte de Miguel “N”, pues se enteraron a través de los medios de comunicación.
“Casandra está destruida, está triste, está enojada, todo lo que ya se había avanzado en cuanto a su parte psicológica representa un retroceso. ¿Ella qué dice? ‘Para mí justicia es que mi hija tuviera una sentencia condenatoria en contra de Miguel y esto implica que no va a haber justicia para mi hija, ni para mí ni para todas las demás’. Creo que es el sentir general”, expuso afuera de los juzgados del Reclusorio Oriente, donde murió el imputado.
💬 | Únete a nuestro canal de WhatsApp para que recibas las noticias y trabajos destacados de El Coahuilense Noticias.
La abogada señaló que, sea cual sea el escenario en que ocurrió la muerte, es una salida fácil para cerrar el caso, lo cual, dijo, deja en estado de vulnerabilidad a las víctimas.
Indicó que de manera privada realizarán sus propios peritajes en criminalística, medicina forense, criminología y de todo lo que requiera la investigación.
Declaró que, en su momento, la defensa a su cargo realizó la perfilación criminal del sujeto, con el fin de incluirlo como prueba en el juicio.
El perfil pretendía sostener el nivel de peligrosidad de Miguel y así conseguir su traslado a una cárcel de mayor seguridad; no obstante, un juez de control no lo consideró pertinente y, por lo tanto, no se incluyó como prueba.
Miguel “N” llamó a víctimas antes de morir
La defensa de Casandra y María José dio a conocer que el 10 de abril Miguel “N” llamó a las víctimas desde una caseta telefónica al interior del Reclusorio Oriente, para intimidarlas y decirles que no se arrepentía de lo que hizo.
“Se puso en contacto con ellas, situación que yo atendí de manera inmediata el mismo día viernes, donde hago de conocimiento esto (…). Lo que le comenta (a la víctima) fue básicamente para burlarse y para decir que no se arrepentía de nada, que lo que había hecho, prácticamente, lo satisfacía, en otras palabras bastante revictimizantes”, expuso.
Acusó a la Fiscalía de que, aún con conocimiento de la llamada, no giró instrucciones para activar medidas de protección extensivas a las víctimas.
TE RECOMENDAMOS LEER:
Síguenos en