Dinamarca abrió este domingo una nueva página de su historia con la abdicación de Margarita II y el ascenso al trono de su hijo Federico X, un evento inédito al que acudieron más de 100 mil daneses.
La reina Margarita II, de 83 años, firmó el acta de abdicación en el palacio de Christiansborg, donde llegó con un carruaje que desfiló por las calles de la capital, Copenhague.
Al firmar el documento, un acto inédito en la historia contemporánea del país, puso fin a sus 52 años de reino y convirtió a su hijo en rey.
Margarita abandonó después el Consejo de Estado, al que acudió el nuevo monarca junto a su mujer y su hijo Cristián, de 18 años, el nuevo príncipe heredero.
«Que Dios bendiga al rey», dijo la exsoberana con lágrimas en los ojos al dejar la sala.
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, proclamará a Federico X, de 55 años, como rey a las 15:00 horas (14:00 horas GMT) en el balcón del palacio de Christiansborg, sede del gobierno y del parlamento. A su lado estará su mujer María, nacida en Australia, la primera plebeya en convertirse en reina en Dinamarca.
«Es emocionante que una persona corriente como nosotros se convierta en reina. ¡Es muy emocionante!», declaró Judy Langtree, una jubilada que acudió al evento desde Brisbane, en Australia.
A pesar de las temperaturas gélidas, una multitud se congregó en el centro de la ciudad y frente al palacio para asistir a la ceremonia.
La policía de Copenhague había estimado que más de 100 mil personas acudirían al evento. Es la segunda vez que un soberano danés abdica. El rey Erico III lo hizo hace casi nueve siglos, en 1146.
La policía reforzó su presencia en la capital, engalanada con banderas rojiblancas para la ocasión.
«Alma de la nación»
Aske Julius, un habitante de Copenhague de 27 años, aseguró que Margarita es como «la encarnación de Dinamarca (…) el alma de la nación».
En la ciudad hay pancartas con el rostro de la reina y mensajes de agradecimiento. En el metro, algunos carteles reza: «Gracias por el viaje, Margarita». Otros, «larga vida al rey».
El protocolo reflejó en líneas generales la tradición sucesoria de Dinamarca. Ningún rey extranjero fue invitado al acto y el soberano, que no lleva corona, no se sentará en un trono.
Margarita decidió abdicar exactamente 52 años después de tomar el relevo de su padre, Federico IX.
«Hay mucho simbolismo alrededor de ese día», dijo a la AFP Cecilie Nielsen, corresponsal de la realeza para la emisora pública danesa DR.
El anuncio de la abdicación de la reina, la víspera de Año Nuevo, dejó a los daneses atónitos, incluyendo a su propia familia, ya que había insistido en numerosas ocasiones en que reinaría hasta su muerte.
Margarita justificó su decisión por problemas de salud después de someterse a una importante operación de espalda el año pasado.
Más de un 80 por ciento de daneses apoyó su decisión, según las encuestas. Margarita conservará su título de reina y podrá representar a la familia real durante ceremonias oficiales.
Un monarca «diferente»
Federico X asumió responsabilidades cada vez mayores en los últimos años. Los expertos creen que pasarle el testigo ahora le dará más tiempo para definirse en su papel de monarca.
Margarita «cree que el príncipe heredero está totalmente preparado para tomar el relevo. Y quiere evitar una situación como la de Reino Unido», donde el príncipe Carlos se convirtió en rey con más de 70 años, explicó el historiador Hovbakke Sorensen.
Al igual que su madre, Federico, príncipe heredero desde los 3 años, goza del apoyo de más del 80 por ciento de los daneses. Se espera que aporte su propio estilo a la monarquía, que remonta a la época vikinga del siglo X.
«La reina Margarita II es una mujer de su tiempo y Federico también vive en su propia época. Comprendió que no podía copiarla y ha sabido definir su propia imagen, sus propios vínculos con el pueblo danés», declaró a la AFP otro historiador, Bo Lidegaard.
«Tendremos un tipo diferente de monarca, mucho más informal en su forma de hablar con la gente cuando viaja por el país», añadió Sorensen.
La reina Margarita es conocida por su amor a las artes y su veta artística, en cambio Federico es un deportista que defiende causas medioambientales.
En Dinamarca, el papel del monarca es principalmente representativo. El rey, sin embargo, firma leyes, preside formalmente la formación del gobierno y se reúne periódicamente con el gabinete.
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