Ciudad de México.- Aunque el pasado 29 de agosto fue ratificada la sentencia contra Efrén García Ramírez, el hombre que intentó asesinar con ácido a Cármen Sánchez en 2014, para ella la reparación integral no ha llegado, pues el Poder Judicial del Estado de México se niega a reconocer las afectaciones a su proyecto de vida.
Luego de casi una década de espera, finalmente el 11 de mayo de 2023 en los Juzgados ubicados en Mixquic – Chalco, Estado de México, Efrén García fue sentenciado a 46 años y ocho meses de prisión por el delito de feminicidio en grado de tentativa en contra de su expareja y ahora defensora de los derechos de las sobrevivientes de violencia química, Carmen Sánchez.
En ese momento Carmen pensó que finalmente había logrado arrebatar un “pedazo de justicia” a las autoridades luego del largo camino que tuvo que recorrer después de pasar ocho meses en el hospital tras el ataque, que su carpeta de investigación permaneciera “perdida” por cuatro años, que su caso fuera catalogado como “lesiones simples que no ponen en riesgo la vida” y que el hombre que intentó asesinarla estuviera prófugo durante siete años.
Sin embargo, la “tortura institucional”, como ella la califica, no terminó ahí, ya que la defensa de su expareja presentó un recurso de apelación argumentando que la sobreviviente no tenía “traumas psicológicos, porque festejó la sentencia al salir del penal”.
La audiencia de apelación había sido programada para el 24 de agosto; sin embargo, esta se difirió para el día 29, fecha en que Carmen enfrentó otro proceso “tortuoso”.
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En entrevista con Cimacnoticias la sobreviviente detalló que esa audiencia fue una de las “más fuertes que ha tenido que enfrentar”, ya que un día antes su hija recibió correos electrónicos de su escuela en los que le decían que una persona había solicitado información sobre su nivel académico, situación que parecería imposible, pues se han mantenido blindadas debido a amenazas que han enfrentado.
Pero eso no fue todo, pues volver a ver al hombre que intentó asesinarla y que éste nuevamente asegurara no ser responsable del delito que se le acusa, provocó en Carmen emociones le hicieron sentir que ni Efrén García, su defensa y su familia van a parar.
Pese a lo anterior, los tres magistrados de la tercera sala de apelación en material penal del Juzgado de Texcoco ratificaron la sentencia, al asegurar que no existen pruebas suficientes para tomar en cuenta la apelación que presentó la defensa de Efrén García.
“Escuchar la sentencia ratificada también me da una emoción, alegría, saber que quité a un feminicida de las calles y que no va a volver a lastimar a ninguna otra mujer. Mientras esté con vida voy a seguir luchando y acompañando a otras mujeres que están a la espera de la justicia, poco a poco los vamos a meter a la cárcel, esta sentencia es la esperanza para ellas”, aseguró.
Sin embargo, afirma, esta sentencia es ejemplar, más no histórica, porque para definirla así será necesario hablar de una reparación integral, la cual no ha sido considerada en su caso.
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Carmen Sánchez exige que afectaciones a su proyecto de vida sean consideradas
Durante nueve años Carmen Sánchez detalla que no solo se enfrentó al machismo de Edrén García, sino también a un sistema que “minimizó el riesgo de muerte” en el que se encontraba.
Tras ratificarse la sentencia, Carmen Sánchez asegura que no es suficiente, pues los magistrados únicamente contemplan la reparación del daño a las afectaciones morales y materiales; sin embargo, aún hay un tema pendiente: el menoscabo a su proyecto de vida.
Recordó que en un inicio su caso se consideró como lesiones que ponen en riesgo la vida, más no como feminicidio en grado de tentativa. “No se investigó con perspectiva de género, no se realizó peritaje específico, no me brindaron medidas de protección, no hubo asesoría jurídica y psicológica durante muchos años, se me negó el acceso a la salud y a la justicia, tuve que pasar de víctima a activista para defender mi caso y los que continúan”.
Además se encuentran presentes las afectaciones psicosociales y comunitarias a las que han tenido que enfrentarse ella y sus hijas, lo cual ha limitado su desarrollo en todos los niveles de su vida.
Pese a ello, la afectación a su proyecto de vida no se quiere reconocer en la reparación integral, aún cuando en la recomendación 89/2019 la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) instó en este caso a las autoridades del Estado de México a «incluir las medidas que procedan para lograr la efectiva restitución de las afectados en sus derechos fundamentales y las relativas a la reparación de los daños y perjuicios que se hubieren ocasionado», para lo cual se debe considerar la Ley de Víctimas, misma que establece que la reparación integral comprenderá, entre otros puntos, la necesidad de que las personas tengan acceso a la reconstrucción de su proyecto de vida.
Cabe recordar que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) detalla que este daño provoca que personas que han sufrido violaciones a sus derechos humanos, se vean en la necesidad de recobrar y reorientar su proyecto de vida. De ahí la importancia de que este sea reconocido.
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Sin embargo, en México, las y los juzgadores no toman en consideración este daño como parte de la reparación integral, aún cuando existen precedentes, prefieren hacer únicamente alusión a daño moral o económico, más no al proyecto de vida, detalló a Cimacnoticias Carolina Hernández, abogada de Carmen Sánchez.
Es por ello que la sobreviviente de violencia química junto a su defensa buscarán que el daño a su proyecto de vida sea reconocido, para lo cual preparan una estrategia legal, pues Carmen Sánchez sentencia que haber sobrevivido no es suficiente, es necesario que le sea garantizada una vida digna y con pleno respeto a sus derechos humanos.
Actualmente Oaxaca sanciona la violencia ácida como ilícito autónomo por medio del capítulo Alteraciones a la Salud por Razón de Género, en el Código Penal local. Hasta el momento Puebla es la única entidad donde las agresiones con ácido se consideran como tentativa de feminicidio desde el momento en que son perpetradas.
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