Ciudad de México, 4 de septiembre (SinEmbargo).– La carrera de Lilly Téllez da brincos notables. Pasó de considerar que Andrés Manuel López Obrador llevaba alegría a cada lugar que visitaba a pedir, años después, que lo encarcelaran. Hoy, tras afiliarse al PAN hace tan sólo unos meses, se coloca como una de las cartas fuertes de la oposición para ser candidata presidencial en 2024, esto de acuerdo con las recientes encuestas que la ponen en la contienda junto con Ricardo Anaya y Margarita Zavala.
Téllez, periodista de profesión, asegura que tan sólo con la senaduría que tiene, que es su primer cargo político, puede ser Presidenta de México e incluso ya planea una gira por el país.
Fue en diciembre de 2017, a pesar de su abierto conservadurismo y de no contar con una trayectoria política, que el entonces candidato presidencial López Obrador la invitó a Morena. Nunca se afilió al partido, pero aceptó unirse y consiguió ser candidata al Senado por Sonora, su estado natal.
Así, ella, Lopez Obrador y Alfonso Durazo, actual Gobernador del estado, participaron en mítines de la campaña presidencial que terminó en el triunfo de Morena en 2018. Parecía una nueva etapa de Téllez en la que lejos quedaba la periodista que se dijo asombrada con las reformas estructurales de Enrique Peña Nieto y le llegó a preguntar sobre “su valentía para gobernar”.
Lilly llegó al Senado en el efecto tsunami que causó López Obrador en 2018.
En estos casi cuatro años como Senadora —primero en la bancada de Morena y luego en la del Partido Acción Nacional (PAN)— ha presentado 67 iniciativas y ha tomado un papel protagónico en la tribuna. Pero al revisar su página oficial del Senado, el número de sus ausencias en las votaciones llama la atención.
Del 4 de septiembre de 2018 al 3 de agosto de 2022, se han realizado 874 votaciones en la Cámara de Senadores, y la Senadora sonorense ha votado en 525, pero se reportó su ausencia en 260, esto a pesar de que sólo ha justificado 28 faltas.
Desde inicios de este año comenzaron a llamar la atención el número de sus ausencias que contrastan con el número de faltas reportadas. Téllez dijo que tuvo que atender problemas de salud derivados de siete hernias en la columna vertebral, cuatro cervicales y tres lumbares.
Sin embargo, éstas han sido una constante desde que tomó protesta: el 18 de octubre de 2018 se ausentó en cuatro votaciones; el 11 de diciembre de ese mismo año en siete; el 7 de marzo de 2019 en cinco y hay días como el 29 de abril de 2019 en que no participó en 24 votaciones.
Así han sido estos dos años para Lilly Téllez en su primera experiencia en la política. Ahora carga con las constantes quejas de morenistas que la acusan de haberse colgado del movimiento obradorista y una oposición que a falta de líderes la ha arropado.
LILLY ANTES DEL OBRADORISMO
A los 17 años, María Lilly del Carmen Téllez García comenzó su carrera en el Canal 6 de Hermosillo, Sonora. Inició como reportera y conductora de noticieros. En 1994 ingresó a TV Azteca donde también se desempeñó en los mismos puestos.
El 22 de junio del año 2000, se reportó un atentado en contra de la periodista. Ella acusó que el autor intelectual fue Samuel del Villar, entonces Procurador de Justicia del Distrito Federal de Cuauhtémoc Cárdenas y Rosario Robles. En el ataque sólo resultaron heridos su chófer y dos guardaespaldas.
El ataque despertó algunas dudas ya que algunas versiones periodísticas sostienen que se trató de un montaje para atacar a l administración de izquierda, que desde entonces gobierna la Ciudad de México.
Téllez bajó su perfil y fue hasta 2010 que volvió a ser un tema de polémica con el caso de la pequeña Paulette Farah, quien murió a la edad de cuatro años. Este caso ocupó a los medios tradicionales por semanas; primero se manejó como una desaparición y fue cuando Lilly Téllez se convirtió en protagonista de la historia: entrevistó a la madre de la pequeña que aseguraba que la pequeña desapareció después de que ella la acostó en su cama.
La entrevista, de hecho, fue grabada en la cama de Paulette. Diez días después fue encontrada debajo de ésta y la versión de las autoridades fue que la pequeña siempre estuvo ahí a pesar de que hubo policías y perros buscándola.
Luego retornó al bajo perfil. Cuatro años después hizo otra aparición polémica por una entrevista hecha al entonces Presidente Enrique Peña Nieto. En agosto de 2014, junto con Pascal Beltrán, Ciro Gómez Leyva, Pablo Hiriart, León Krauze y Denise Maerker, dialogaron con el priista sobre su paquete de reformas estructurales.
Una de las preguntas hechas por ella fue las que más polémica generó: “Pero señor Presidente, ¿cómo fue usted tan pero tan valiente para lograr esto?” y le aplaudió logros como el Pacto por México y la aprobación de la Reforma Energética.
DE AMLO A VOX
Lilly Téllez participó, como parte de la bancada de Morena, en 88 sesiones en el Senado. Luego anunció su salida y casi de inmediato, su incorporación al Grupo Parlamentario del PAN. Argumentó “diferencias de criterio” y agradeció a Alfonso Durazo, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC); al líder de la bancada de Morena, Ricardo Monreal y al Presidente de la República.
El 3 de junio, Mauricio Kuri, coordinador del Grupo Parlamentario del PAN, dijo tras la llegada de Téllez que eran muchas las coincidencias que unían al partido con ella y que era recibida con alegría y entusiasmo.
Y las coincidencias se hicieron notar: Lilly participó en foros de grupos conservadores que se oponen al derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo en la interrupción del embarazo y calificarlo como un “derecho a la muerte” en referencia al embrión.
El evento cumbre ocurrió en septiembre de 2021, cuando Santiago Abascal, el líder de Vox, el partido de la ultraderecha española ligado a la organización secreta El Yunque, encontró en México y en el PAN el apoyo para su cruzada en contra de la izquierda Iberoamericana.
Santiago Abascal llegó a México para “recabar apoyos en su batalla internacional contra el grupo que aglutina a la izquierda radical latinoamericana y del que forman parte, entre otros, el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, la ministra Irene Montero, Lula da Silva, Rafael Correa y Evo Morales”, informó el diario El Mundo.
Los senadores de Acción Nacional de inmediato arroparon al ultraderechista. “Por la defensa de la democracia, la libertad y la propiedad privada, hoy firmamos la Carta de Madrid para detener el avance del comunismo. México nunca será comunista, nunca. Muchas gracias a Santiago Abascal por su visita. ¡Bienvenido a México!”, dijo la fracción a través de su cuenta de Twitter.
Ahí estuvo Lilly Téllez; aparece en una fotografía que luego fue eliminada por el número de críticas negativas que recibió. Uno a uno de los que se reunieron fueron bajándose del barco de Vox y ella no fue la excepción: reconoció que fue un error firmar la Carta Madrid impulsada por Vox para frenar “el avance del comunismo”, y comparó su acción con haber apoyado al Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Añadió no estar de acuerdo con posturas extremas y que había aprendido la lección.
Hoy, con todo esto a cuestas, se perfila como una de las aspirantes del PAN para la Presidencia.
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