Ciudad de México.- En la cárcel La Modelo de Bogotá, Colombia, se develó el «Mural por la Memoria», creado por la campaña No es Hora de Callar en conmemoración a mujeres periodistas y sobrevivientes de violencia sexual acto que forma parte de las medidas de reparación hacia la periodista Jineth Bedoya Lima, sobreviviente de violencia sexual, física y psicológica ocurridas en las inmediaciones de esta prisión en el año 2000 mientras se encontraba en una cobertura periodística.
La periodista Jineth Bedoya Lima logró con una sentencia condenatoria en contra del Estado colombiano por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH).
El informe Violencia de género en contra las mujeres periodistas en Colombia, publicado a finales del 2020 por la campaña “No Es Hora De Callar” y el Observatorio de la Democracia de la Universidad de los Andes, detalló que la violencia machista contra las periodistas es una realidad generalizada en el contexto colombiano.
La iniciativa No Es Hora De Callar, respaldada por el periódico El Tiempo y, posteriormente reconocida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), marca un hito histórico en la reparación para mujeres periodistas y víctimas de violencia sexual y logró obtener un espacio dentro de La Modelo, que fue inaugurado el pasado 24 de mayo.
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Como parte de la reparación ordenada en el caso de la periodista por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, fue pintado el mural. Los rostros de mujeres unidas y agrietadas, son ahora el símbolo de resignificación del dolor ante la inoperancia de los operadores de justicia y ante la violencia que sufrió su cuerpo y para su madre.
Jineth Bedoya Lima es una reconocida periodista colombiana que el 25 de mayo del 2000 fue secuestrada en la puerta de la cárcel Modelo, torturada y sometida a violencia sexual utilizada como forma de represalia por su labor periodística.
El ataque contra Jineth fue cuando ella realizaba una investigación periodística sobre las violaciones de derechos humanos al interior de la cárcel La Modelo.
Mientras la periodista se preparaba para entrar a la prisión a entrevistar a unos jefes paramilitares, fue víctima de secuestro, era reportera judicial y en el 2000 trabajaba en el periódico El Espectador. Llevaba un par de años investigando los nexos entre grupos paramilitares y funcionarios de la Policía Nacional en un caso de tráfico de armas, así como compra y venta de secuestrados, actos cometidos desde el interior de la cárcel.
Durante su cobertura, Bedoya fue violentada en un intento de acallar la verdad sobre lo que sucedía en esa cárcel. Sin embargo, este acto de violencia doloroso para ella y su familia, amplificó lo que ocurría en esa prisión y en el proceso de búsqueda de justicia se convirtió en un símbolo de la férrea defensa del oficio del periodismo, pues se intentaron graves violaciones, silenciando a la prensa y negándole a la sociedad colombiana conocer esta situación.
Este mural es una forma de resignificar el espacio de la cárcel, donde no solo ocurrió el ataque a Jineth, sino también por años sucedieron más de violaciones a Derechos Humanos.
Además, en el Informe Regional: “Situación de violencia contra mujeres periodistas en América Latina”, capítulo Colombia. Periodistas Sin Acoso: violencia machista contra periodistas y comunicadoras, donde se presentó información de la Red Colombiana de Periodistas con Visión de Género y la Fundación Karisma, titulada “Periodistas sin acoso: violencia machista contra periodistas y comunicadoras en Colombia”, publicado en 2021, encontraron los siguientes hallazgos en ese país.
Dicho trabajo evidenció que el mayor detonante de las violencias que viven periodistas y comunicadoras es el hecho de ser mujeres. A esto se suma la cobertura de temas de alto impacto (por ejemplo, temas de política, economía, el conflicto armado, deportes…); los señalamientos a instituciones o figuras públicas; los temas sobre desigualdad y género; y la publicación de textos de opinión en redes sociales.
Analizamos los siguientes tipos de violencia:
- – Violencia física (28% de las encuestadas) – Violencia psicológica (73.4%)
- – Acoso sexual (67.1%)
- – Violencia sexual (6.1%)
Hallazgos sobre las violencias:
- – Están normalizadas
- – Se han generalizado
- – Las mujeres aprenden a evadirlas y minimizarlas
Los hombres las ejercen impunemente mediante sus privilegios y posición de poder
- – Las más común es la psicológica
- – La segunda más común para las mujeres es el acoso sexual; para los hombres es la física
- – Es difícil hablar de la violencia sexual
- -Las mujeres afrodescendientes y con identidades de género y orientación sexual diversas sufren una carga adicional de violencia.
Detonantes de las violencias:
- 1. Ser mujer
- 2. Cubrir temas periodísticos de alto impacto
- 3. Denunciar a instituciones o figuras públicas
- 4. Reportar sobre género y derechos de las mujeres 5. Opinar en redes sociales.
Quiénes son los perpetradores de todas las violencias:
– Un jefe o supervisor – Colegas
En el caso específico de la violencia física:
- – Policía
- – Manifestantes
Sin embargo, la presentación del Mural se vio manchada debido al asesinato del director de la cárcel, el coronel retirado de la policía Élmer Fernández, el pasado 16 de mayo, quien había iniciado su trabajo en La Modelo en abril de este año y fue una pieza clave para la construcción de este homenaje. Por informó que «por respeto a la memoria y la familia de Fernández, se avanzó con los últimos detalles del mural y su revelación», trasladándose al lugar de dicho evento a la Casa Editorial El Tiempo.
De acuerdo con el Informe Regional: “Situación de violencia contra mujeres periodistas en América Latina”:
Las reporteras, por estar en el terreno, son quienes reciben el mayor número de agresiones al momento de realizar entrevistas, asistir a conferencias de prensa o cubrir incidentes en las calles, pero es importante señalar que en los últimos años, se ha registrado un incremento en las agresiones en contra de periodistas que cubren las fuentes de política, derechos humanos (como los movimientos feministas y en defensa de la tierra y del territorio), así como el aumento de ataques contra columnistas y/o articulistas, quienes, por opinar sobre temas que tradicionalmente habían estado reservados a los hombres, como la política, por ser críticas hacia los gobiernos de turno, colocar su perspectiva en el debate público o por exponer y condenar la violencia de género, se convierten en blanco de ataques.
Presentación del Mural en Memoria
En Colombia, la presentación del Mural en Memoria en honor a las mujeres periodistas y mujeres víctimas de violencia sexual, se hizo en las instalaciones del periódico, aunque originalmente se había planeado realizar en la cárcel La Modelo, donde fue pintado el muro, pero el reciente asesinato del coronel retirado de la policía Élmer Fernández, obligó a trasladar la ceremonia a una nueva ubicación.
Esta medida que se realizó con apoyo del Ministerio de Justicia, busca ser un símbolo de lucha y resistencia contra estas violencias, especialmente cuando se usan como castigo y forma de silenciar las voces de las periodistas, como fue el caso de Bedoya.
«Una pared que desde el 24 de mayo del 2024 será resignificada y hará parte de la conmemoración del Día Nacional por la Dignidad de las Mujeres Víctimas de Violencia Sexual», afirmó Jineth Bedoya, periodista y editora de género de El Tiempo.
Bedoya escribió una columna el pasado 16 de mayo, titulada Una pared que habla, la cual fue publicada 12 horas antes del asesinato del director de la cárcel Modelo, Elmer Fernández.
El mural fue creado por la artista Nats Garu junto con un grupo de reclusos y la dirección de la cárcel y representa los 60 años de vida de la prisión. Para la creación de este memorial se contó con el apoyo del Ministerio de Justicia de Colombia.
El cual, dijeron, busca ser una medida de reparación simbólica por las graves violaciones de derechos humanos y violencia sexual en ese lugar donde la periodista Jineth Bedoya fue violentada en el año 2000.
La artista bogotana Nats Garu ganó la convocatoria para llevarlo a cabo. Su propuesta el Mural por la Memoria: Fragmentos que florecen se pensó como una forma de reparación simbólica por las graves violaciones de derechos humanos que sufrió la periodista.
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Bedoya fue quien tuvo la idea de hacer este mural en la cárcel, lo cual se pudo cristalizar a través de su organización No es hora de callar, que ha promovido la visibilización de las violencias contra las mujeres. Como una forma de resignificar un espacio de tanto dolor, le propuso al ministro de Justicia, Néstor Osuna, que hicieran esta obra allí.
“Mi voz no se ha muerto y esa es la responsabilidad de regresar acá”, dijo Jineth Bedoya desde la cárcel La Modelo en un documental que registra su ingreso. La periodista regresó, tras 24 años buscando justicia, para dar a conocer un mural en homenaje a mujeres sobrevivientes como ella.
La editora de género de El Tiempo y directora de la campaña No Es Hora De Callar, presentó por medio de una transmisión, el 25 de mayo, el Mural por la Memoria: Fragmentos que Florecen. Nats Garu (Natalia García) entregó el resultado de cuatro meses de trabajo a la directora encargada de La Modelo, Nancy del Socorro Pérez, en presencia de Bedoya.
“Estas lágrimas son la respuesta a que cuando uno se cae 100 veces, hay que levantarse 101 y la vida me puso esta semana a levantarme de la peor manera con el asesinato del coronel Fernández, pero también un poco con el asesinato de la ilusión que él tenía”, dijo Jineth Bedoya en el evento.
Desde el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) y la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), representantes de Jineth Bedoya Lima ante la CorteIDH, celebraron la presentación de este mural, como símbolo de reivindicación y esperanza para las víctimas de violencia sexual.
A juicio funcionario por secuestro
El 16 de mayo del 2023, inició el juicio contra Marco Javier Morantes Pico, el guardia que hace 23 años recibió a la periodista Jineth Bedoya Lima en la cárcel La Modelo en Bogotá. Este fue el punto de partida de su secuestro, tortura y violencia sexual como retaliación a su labor periodística. Aunque el crimen sucedió hace más de dos décadas, este es el primer funcionario público que irá a juicio; Morantes Pico enfrenta cargos por secuestro agravado.
El 25 de mayo de 2000, Jineth Bedoya llegó a la puerta de la cárcel La Modelo y permaneció aproximadamente 30 minutos allí; durante ese tiempo fue atendida en tres oportunidades por Morantes Pico, quien al inicio le indicó que no tenía su autorización de ingreso, pero que conocía sobre su visita.
Para la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), las demoras a la hora de permitir el acceso de Bedoya al penal, junto con la extraña actitud del guardia de la entrada, quien la habría dejado en la puerta sola al momento del secuestro, demuestran la existencia de indicios graves, precisos y concordantes de la participación estatal en los hechos ocurridos. En palabras de la Corte, “los hechos no podrían haber ocurrido sin la aquiescencia o colaboración estatal […] inclusive el guardia de la cárcel que la atendió”.
Con esto, para CEJIL y la FLIP, representantes de la periodista, Morantes Pico hace parte de un plan criminal amplio y, aunque en esta ocasión se juzgue a un funcionario de bajo nivel, es indispensable investigar a todos los agentes estatales, incluyendo a altos mandos, que pudieron haber participado en los hechos. Frente a esto, según lo ordenado por la Corte IDH y en la búsqueda de justicia, la Fiscalía General de la Nación sigue en mora de adelantar una investigación diligente y dentro de un plazo razonable que implique juzgarlo y una sanción, como a la de toda la cadena criminal, incluidos funcionarios públicos. Hasta ahora, las únicas tres condenas que hay son contra ex paramilitares.
Además, la Corte IDH determinó que la investigación de los hechos tuvo un carácter discriminatorio por razón de género. Por eso, hizo un llamado a la administración de justicia para que en el desarrollo del juicio aplicara los estándares de protección a las víctimas de violencia sexual, al evitar la reproducción de estereotipos discriminatorios, y evitar la revictimización de Jineth Bedoya.
Igualmente, pidió al Estado a adelantar el proceso penal en curso con estricto apego a los estándares internacionales de acceso a la justicia para las víctimas y teniendo en cuenta las órdenes de la Corte IDH en el caso.
Al mismo tiempo, se puede recordar que la Corte determinó que para poner fin al ciclo de impunidad que rodea este caso es indispensable “dirigir los esfuerzos del aparato estatal para desentrañar las estructuras que permitieron esas violaciones, sus causas, sus beneficiarios y sus consecuencias”.
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