Redacción El Coahuilense
CDMX.- En medio de la presión de Estados Unidos para que México frene la migración irregular que proviene del sur, el gobierno de Claudia Sheinbaum desembolsará hasta 540 millones de pesos, lo que representa casi un tercio del presupuesto de este año del Instituto Nacional de Migración (INM), para alimentar a los indocumentados que sean detenidos en todo el país y a los connacionales que deporte el gobierno de Donald Trump.
De acuerdo con la licitación LA-04-K00-004K00001-N-11-2025, lanzada la semana pasada por el INM y la Secretaría de Gobernación (Segob), lo que se busca es “proporcionar alimentos de manera higiénica, nutritiva y de buena calidad con una temperatura idónea y con una correcta presentación, a las personas extranjeras migrantes que permanezcan en las estaciones del INM, estancias temporales y oficinas de representación del instituto que encabeza Francisco Garduño; así como en los lugares donde sea requerido”.
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El contrato entrará en vigor a partir del 1 de abril, un día después de que termine el vigente con la empresa Operadora de Comedores Saludables S.A. de C.V., y concluirá el 31 de diciembre próximo.
El desayuno para los migrantes en estaciones migratorias consistirá en una porción huevo con jamón de pavo, salchicha de pavo, queso Oaxaca, o porción de pollo deshebrado o atún en ensalada o una porción de carne de cerdo o res, acompañado de verduras (chayote, zanahoria y brócoli).
Mientras que la comida será de una porción de 125 gramos de pollo deshuesado, carne de cerdo o res o filete de pescado o atún en ensalada. Esto acompañado de verduras cocidas, arroz o frijoles; incluye, además, agua de frutas naturales de temporada, un postre que es flan o gelatina y seis tortillas como mínimo.
La contratación del servicio ocurre mientras el gobierno de Trump amenaza con suspender visas a funcionarios de gobiernos que, a su juicio, faciliten el tránsito de migrantes que buscan llegar a suelo estadounidense; también el republicano ha amagado con imponer aranceles de 25 por ciento a los productos mexicanos, si la administración de Sheinbaum no frena la migración y el tráfico de fentanilo.
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Desde que Trump llegó al poder, el 20 de enero pasado, un total de 38 mil 667 migrantes de todo el mundo han sido deportados de Estados Unidos, de acuerdo con cifras del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Funcionarios de esa dependencia, a la que pertenecen tanto el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) como la Patrulla Fronteriza, han afirmado que el número de deportaciones subirá en los próximos meses. La cifra está lejos de las 57 mil deportaciones y expulsiones que Joe Biden registró mensualmente en su último año de gobierno, en el que sufrió una gran presión por la crisis migratoria.
Por su parte, desde que Claudia Sheinbaum asumió la Presidencia en octubre del año pasado, el gobierno mexicano ha detenido a un promedio de cinco mil 300 indocumentados por día, lo que, en opinión de Laura Tobías, integrante de Casa Migrante Chiapas, agrava la situación de las personas que transitan por territorio nacional, no sólo porque se arriesgan a caer en manos del crimen organizado sino a ser detenidas por las propias autoridades mexicanas.
“Por más que el gobierno ha intentado mejorar las estaciones migratorias, no han dejado de ser una prisión para los indocumentados que llegan a pasar meses prácticamente encerrados antes de ser devueltos a sus países de origen, no están en buenas condiciones”, afirmó la activista.
En entrevista agregó que muchos migrantes recurren a los comedores comunitarios para alimentarse o Las Patronas, como se les conoce a las mujeres que van entregando comida en las rutas migratorias como la del tren conocido como La Bestia.
El INM busca, con este contrato, proveer desayunos, comidas, cenas, colaciones y box lunch a las personas que se encuentran en tránsito por México y para aquellos que regresan deportados por el gobierno de Trump.
De acuerdo con la convocatoria, además de la dieta de cinco tiempos, se contempla la distribución de dietas especiales para migrantes con costumbres religiosas restringidas, es decir aquellos que, por ejemplo, no consumen carnes; así como de menús para embarazadas y lactantes de 6 a 12 meses e infantes de uno a cinco años.
Para los migrantes que son rescatados, regularmente en zonas apartadas o en el río Bravo, por los Grupos Beta, se contempla la entrega de dos sobres de atún de 74 a 80 gramos, tres paquetes de galletas saladitas de 12 a 13 gramos y una botella de agua de un litro.
El presupuesto para los alimentos se concentrará, según el anexo técnico de la licitación, en las ciudades de las fronteras sur y norte; así, sólo para Campeche, Yucatán, Tabasco y Quintana Roo serán destinados hasta 216 millones de los 540 millones destinados, mientras que para el centro del país, que conforman Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí, Coahuila y Zacatecas sólo se destinarán entre seis y 16 millones de pesos, la cifra más baja.
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