Redacción El Coahuilense
CDMX.- Sindicatos y asociaciones de trabajadores de Estados Unidos advirtieron que si Donald Trump realiza su programa de deportación masiva pondrá en riesgo diversos sectores, como la agricultura que dependen de la mano de obra de los extranjeros para llevar comida a los hogares estadounidenses.
Se preguntó a la Federación de la Oficina Agrícola Americana (AFBF por sus siglas en inglés), a la Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO por sus siglas en inglés) y al Consejo Americano de Inmigración (AIC por sus siglas en inglés) su posicionamiento sobre el plan de deportación masiva, y las tres coincidieron que sería catastrófico para la economía de Estados Unidos, ya que uno de cada cinco trabajadores no nació en la Unión Americana.
“La agricultura y nuestra economía dependen de los trabajadores extranjeros para llevar comida a la mesa. Está ampliamente aceptado que hay que arreglar el sistema de inmigración, pero las soluciones deben garantizar que industrias vitales como la agricultura, la transformación, la distribución y los servicios alimentarios no se vean perjudicadas por consecuencias imprevistas. Se trata de soluciones que debe abordar el Congreso, no sólo una administración presidencial”, afirmó a El Sol de México el director de asuntos gubernamentales de la AFBF, John Walt Boatright.
La AFBF es la organización agrícola más grande de Estados Unidos encargada de promover políticas públicas para fortalecer a las comunidades rurales. Boatright comentó que continúan en la búsqueda de colaborar con el Congreso y el gobierno para encontrar soluciones de largo plazo al problema migratorio en Estados Unidos.
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“Esperamos trabajar con la Administración y el Congreso para encontrar mejoras a largo plazo en nuestro sistema de inmigración, incluida la ampliación y mejora de las vías legales de entrada en Estados Unidos para los inmigrantes que buscan trabajo”, afirmó John Walt Boatright.
Por su parte, la AFL-CIO, la mayor agrupación de sindicatos estadounidenses, señaló a través de un comunicado que “además de separar familias, lastimar a nuestras Fuerzas Armadas y devastar nuestra economía, la agenda de deportaciones masivas es una agenda profundamente anti-trabajadores”, puesto que uno de cada cinco trabajadores en Estados Unidos no nació en el país.
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“La escasez de mano de obra resultante provocaría una caída masiva del Producto Interno Bruto (PIB) y paralizaría industrias clave que dependen en gran medida de la mano de obra inmigrante, como la construcción, la hostelería, la agricultura y el procesado de alimentos. En lugar de beneficiar a la mano de obra restante, las deportaciones masivas en medio de un mercado laboral ya de por sí tenso cerrarán empresas, lo que interrumpirá las cadenas de suministro, aumentará los precios y pondrá en peligro los puestos de trabajo” declaró la AFL-CIO a través de un comunicado.
La AFL-CIO agregó que el costo que implicaría cumplir con el millón de deportaciones por año con el que Trump ha señalado que iniciará su gobierno drena recursos clave que se podrían emplear en hacer cumplir leyes que protegen a los trabajadores en Estados Unidos. De acuerdo con la institución, el gobierno estadounidense “gasta 12 veces más en detener a inmigrantes que en hacer cumplir las leyes destinadas a proteger a más de 150 millones de trabajadores en más de 10 millones de lugares de trabajo en todo el país. Esto ha creado un entorno en el que demasiados empresarios creen que pueden violar impunemente los derechos de los trabajadores, y si se intensifica la aplicación de las leyes de inmigración, las amenazas de represalias por parte de los empresarios serán aún más potentes”.
En tanto, el Consejo Americano de Inmigración (AIC) estimó que el costo anual de las deportaciones de un millón de inmigrantes anunciadas por Trump sería de 88 mil millones de dólares. De acuerdo con el AIC, la cifra es conservadora, ya que no contempla los costos a largo plazo de las deportaciones ni el hecho de que esta política pública implicaría la construcción y el mantenimiento de una infraestructura de detención 24 veces mayor que la existente.
“Debido a la pérdida de trabajadores en todas las industrias estadounidenses, hemos descubierto que la deportación masiva reduciría el Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos entre 4.2 por ciento y 6.8 por ciento”, estimó el AIC en su reporte especial “Deportación masiva: Costos devastadores para Estados Unidos, su presupuesto y su economía”.
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