Redacción El Coahuilense
CDMX.- Entre 2016 y el primer semestre de 2024, autoridades mexicanas localizaron en la frontera con Estados Unidos mil 692 cuerpos de migrantes que fallecieron en su intento por cruzar a la Unión Americana que no han sido identificados aún, según datos de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
En este periodo la cifra de migrantes fallecidos no identificados alcanzó su pico en 2021 cuando se registraron 294.
Según la información, la causa de muerte más común son complicaciones de salud, deshidratación, ahogamientos y accidentes en su travesía.
Además, indican los registros de los Consulados Mexicanos en la frontera, los cruces más peligrosos son los de Tucson, Arizona y MacAllen y Laredo, en Texas, seguido de Calexico, California y Albuquerque, Nuevo México.
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La edad más común en la que las y los mexicanos suelen intentar migrar a Estados Unidos es entre los 26 y 35 años; 36 a 45; y 18 a 25.
Estados Unidos está próximo a ser gobernado por Donald Trump, quien llega a la presidencia con la promesa de deportar a millones de indocumentados.
Donald Trump ha mantenido una postura dura en materia migratoria. Cuando llegó a la presidencia en 2017 hizo de la migración uno de los temas centrales de su administración, impulsando medidas para restringir la entrada de migrantes, fortalecer la seguridad fronteriza y reducir la inmigración irregular.
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Entre sus propuestas más emblemáticas estuvo la construcción de un muro fronterizo, financiado parcialmente a través de reasignaciones presupuestarias, y la implementación de políticas que endurecieron el acceso al asilo en Estados Unidos.
Durante su administración, se introdujeron programas como el Remain in Mexico (Permanecer en México) que obligaba a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano mientras se resolvían sus casos en tribunales estadounidenses. Esta política incrementó la presión sobre México, que enfrentó la llegada masiva de migrantes varados en ciudades fronterizas como Tijuana, Matamoros y Ciudad Juárez.
Además, Trump amenazó con imponer aranceles a productos mexicanos si el gobierno de México no fortalecía el control migratorio, lo que llevó a la administración de Andrés Manuel López Obrador a desplegar la Guardia Nacional y reforzar las medidas en la frontera sur.
Al mismo tiempo, las restricciones migratorias y la separación de familias en la frontera sur, bajo la política de “tolerancia cero”, provocaron condenas internacionales y críticas de organizaciones defensoras de derechos humanos.
Durante su gestión entre 2017 y 2021, Trump deportó a 1.5 millones de migrantes. Pese a sus discursos antimigratorios, otras gestiones de gobierno en Estados Unidos han deportado más: con Barack Obama (su antecesor) se deportaron cinco millones entre 2009 y 2017, y con Joe Biden, EU deportó alrededor de 1.4 millones de personas.
Los cruces fronterizos indocumentados de mexicanos a Estados Unidos continúan siendo una crisis humanitaria debido a los riesgos a la salud que conlleva, dado que las y los migrantes suelen enfrentar obstáculos como la inseguridad, y las afectaciones climáticas.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado una serie de políticas migratorias que planea implementar al asumir su mandato el 20 de enero de 2025.
Trump ha prometido llevar a cabo la deportación de millones de inmigrantes indocumentados, describiendo esta operación como la más grande en la historia de Estados Unidos. Para ello, planea establecer una “Fuerza de Deportación” y utilizar herramientas legales como la “expulsión expedita”, que permite deportaciones rápidas sin necesidad de audiencias judiciales.
Además, el presidente electo ha expresado su intención de eliminar la ciudadanía automática para las personas nacidas en Estados Unidos de padres indocumentados, desafiando la Decimocuarta Enmienda Enmienda de la Constitución, que otorga este derecho desde el siglo XIX. Esta medida requeriría una enmienda constitucional, lo que implica un proceso legal complejo y prolongado.
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