CDMX.– Además de votarse a quien estará al frente de la Jefatura de Gobierno, en el 2024 las y los habitantes de la Ciudad de México elegirán a sus nuevos alcaldes y alcaldesas, una de las figuras más cercanas para la resolución de problemas en políticas públicas locales, y desde donde se perfila una lucha entre la oposición y el oficialismo que será determinante para la configuración política del país por la relevancia de la capital, sede los Poderes de la Unión.
Al igual que en el 2021, la capital del país se disputará únicamente entre estos dos bandos: por un lado, la alianza integrada por los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD); y por el otro Morena, Verde Ecologista de México (PVEM) y del Trabajo (PT). Fueron estas mismas fuerzas opuestas las que dejaron en ese año un mapa político dividido, con la zona poniente de los colores de Va por México y del lado occidente el guinda morenista y de sus aliados.
Analistas políticos han coincidido en que el voto para las alcaldías en la Ciudad de México está fuertemente relacionado con la composición socio-demográfica de la capital. “El mapa electoral corresponde con una problemática social muy fuerte“, señaló la politóloga María Teresa Álvarez Martín, adscrita al Centro de Estudios Políticos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). “Si analizamos lo que son los niveles de pobreza en México, nos encontramos que los niveles más altos de pobreza y medios están en las alcaldías justo que ha gobernado Morena”.
Lo cierto es que esta elección, a diferencia de la de 2021, también tendrá votaciones por la Jefatura de Gobierno y federales por la Presidencia, diputaciones y senadurías. Esto implica que aquellas personas que se abstienen de salir a votar en elecciones solamente locales por falta de interés, motivación o algún impedimento, puedan aprovechar al momento de emitir su voto federal para marcar su preferencia electoral en el ámbito local, señaló la académica.
Con base en las proyecciones de 2024, y considerando el panorama de quiénes votarán el próximo año –7.64 millones de residentes en la lista nominal del Instituto Electoral capitalino (IEMC)–, Álvarez Martín ve probable que se repita la repartición actual de demarcaciones.
“Si vemos del 2018 al 2021, la gente reacciona [a las inconformidades en políticas públicas y resultados], y empiezan a desencantarse de Morena y por eso el mapa electoral se vuelve dividido, pero en aquellas partes de la Ciudad de México que tienen un nivel socioeconómico de pobreza, la tendencia es Morena”.
EXPLICAR EL 2024 DESDE LAS ELECCIONES DE 2021
En este aspecto coincidió el doctor Marco Leopoldo Arellano Toledo, exdirector de Difusión y Campañas Institucionales del Instituto Nacional Electoral (INE). “La Ciudad de México se está adaptando y está calibrándose políticamente respecto al populismo y a los efectos que el populismo trae, en términos de polarización social y política. La Ciudad de México despertó en 2021 y ha mostrado una gran capacidad de ejercer un voto contrario a lo que parece una mayoría política de Morena”, explicó. “No debemos olvidar que la Ciudad de México es una ciudad que siempre vota en oposición al Gobierno federal”.
Con respecto a la muestra más evidente de esta polarización, al quedar en el 2021 nueve alcaldías de la capital gobernadas por Va por México y las restantes por Morena, el especialista indicó que la misma ciudad tiene sus propios contrastes.
“Las zonas más periféricas tienen una composición socio-política muy distinta a la del centro, en términos de niveles socioeconómicos, de acceso a la educación, y eso también lo vimos en cómo quedó conformado el mapa político. Las zonas que colindan con la parte, digamos, más pobre del Estado de México y de la Ciudad de México es en donde más votan a Morena”.
Las necesidades de la población de acuerdo con dónde viven difieren, pues es en zonas del Oriente donde las principales demandas son de acceso a la educación, seguridad, transporte público, salud y programas sociales, mientras que en zonas con mayor nivel socioeconómico donde esto ya está cubierto se exigen derechos como a la recreación.
“Esto no significa que todas las alcaldías se pintan de un color o de otro, cada una de las propias alcaldías tiene su propio microcosmos, y eso también hace que aún en las alcaldías muy asociadas a la oposición, como Benito Juárez o Miguel Hidalgo, haya voto morenista”.
Cuando los líderes de las demarcaciones fueron electos en el 2021, uno de los factores que influyeron fue que había una baja aprobación del Presidente Andrés Manuel López Obrador por parte de algunos ciudadanos en el poniente de la Ciudad de México, indicó el analista político Gustavo López Montiel.
“El Presidente buscó azuzar a un sector de la población, en particular la clase media y media alta, que se ubica particularmente en la zona poniente de la Ciudad de México. La zona Poniente por lo general tiene mayores ingresos, es donde están la mayor parte de las oficinas, los negocios, los centros turísticos, aunque en la parte oriente es donde vive una parte importante de la población”, explicó. “En esta composición socio-demográfica, normalmente en el poniente los grupos de votantes no salen a menos de que haya alguna condición en particular que les que haga que salgan a votar y eso fue un poco lo que pasó”.
Por otro lado, sumó, hubo una falta de operación política de parte de Morena al tener confianza en que iban a mantener su presencia en la capital del país.
¿QUIÉN LLEVA LA DELANTERA?
Cierto es que Morena tiene preferencia en encuestas realizadas por El Financiero y Enkoll para seguir gobernando la totalidad de la Ciudad de México, pero la aprobación ciudadana de las y los alcaldes muestran una preferencia para políticos emanados de la coalición PRI-PAN-PRD.
Según una encuesta hecha por Mitofsky en abril de este año, donde preguntó por la aprobación ciudadana a las y los alcaldes de la Ciudad de México, los mejores colocados fueron aquellos de la alianza Va por México: en primer lugar se ubica Santiago Taboada de la Benito Juárez con 56.1 puntos, seguido de Sandra Cuevas en la Cuauhtémoc con 53.5.
Clara Brugada, de Morena y una de las probables aspirantes a la Jefatura de Gobierno, obtuvo el tercer sitio con 53.1 puntos; pero nuevamente reaparecen los panistas Lía Limón en Álvaro Obregón y Mauricio Tabe de Miguel Hidalgo con 52.9 y 51.9 puntos, respectivamente.
Los últimos lugares cuatro están ocupados por morenistas: Evelyn Parra en Venustiano Carranza con 36.9 puntos, Armando Quintero de Iztacalco con 35.4 puntos, Judith Vanegas en Milpa Alta con 33.9 y Carlos Acosta en Xochimilco con 32.5.
La misma casa encuestadora evaluó a los primeros 150 presidentes municipales y alcaldes de México, y en el lugar número doce se ubicó Taboada con 56.1 por ciento de aprobación ciudadana. La Alcaldesa de Cuauhtémoc se llevó el lugar 38 con 53.5 puntos, Brugada en el sitio 42 con 53.1 puntos, Lía Limón García dos abajo de ella con 52.9 puntos, y Mauricio Tabe en el número 54 con 51.9 puntos de aprobación.
En contraste, la encuestadora Massive Caller publicó en febrero del año en curso que era Adrián Rubalcava Suárez –igualmente de la coalición PAN-PRI-PRD– quien tenía mejor ranking de aprobación con 52.9 puntos, seguido por su compañero Tabe con 51.3, Taboada con 50.2, Giovani Gutiérrez de Coyoacán con 49.8 y Lía Limón con 49.2 puntos.
El analista Arellano Toledo consideró que la evaluación positiva de cierto Alcalde o Alcaldesa, por encima de otro, está relacionado con una percepción sobre la profesionalización de los servidores públicos.
“Los alcaldes que se muestran mucho más profesionales, que tienen un perfil de clase media generalmente gozan de una percepción distinta a quienes se enfocan más a la parte popular y de ‘pueblo gobernando pueblo’. La percepción ciudadana se modifica mucho cuando se evalúan capacidades y liderazgo, y ganan los y las alcaldes que están vendiendo esta faceta de profesionalización de la política frente a aquellos otros alcaldes que hablan más de gobiernos populares”.
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