Por Valeria Cämun
El ambiente es de incertidumbre e imprecisión: el más hostil para cualquier trabajador.
Desde hace tres meses los investigadores de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) andan a tientas entre los rumores de que desaparecerán sus lugares de trabajo, que lo van a fusionar, o que tienen que ser más productivos a pesar de no recibir un presupuesto fijo.
La versión oficial es que por falta de producción científica, por tener pocos alumnos, o por no resolver problemas específicos de la región donde se encuentran, cuatro de los 12 centros de investigación de la máxima casa de estudios ya fueron cerrados, se fusionaron y/o están en el limbo a la espera de lo que les indiquen.
Pero los investigadores aseguran que no existe un estudio formal que sostenga tales dichos, y que la Dirección de Investigación y Posgrado, a cargo de Luis Gutiérrez, se basó en una autoevaluación y un colorama incompleto realizado hace seis meses para solicitar a la Dirección de Planeación, a cargo de Jesús Alberto Montalvo, el cierre de los cuatro centros.
¿Cuántos son?
En la página uadec.mx, y en el documento del Primer Informe de Actividades del rector Octavio Pimentel Martínez, presentado en febrero, se enumeran 12 Centros de Investigación:
1.- Centro de Investigaciones Socioeconómicas, CISE. Saltillo.
2.- Centro de Investigación Biomédica, CIB. Torreón.
3.- Centro de Investigación en Geociencias Aplicadas, CIGA. Nueva Rosita.
4.-Centro de Investigación y Jardín Etnobiológico, CIJE. Viesca.
5.- Centro de Investigación en Ciencias Sociales, CICS. Torreón.
6.- Centro de Investigación para el Desarrollo Sostenible e Innovación Empresarial, CIDESIE. Torreón.
7.- Centro de Investigación en Matemáticas Aplicadas, CIMA. Saltillo.
8.- Centro de Estudios e Investigaciones Interdisciplinarias, CEII. Arteaga.
9.- Centro de Investigación para la Conservación de la Biodiversidad y Ecología de Coahuila, CICBEC. Cuatro Ciénegas.
10.- Centro de Investigación e Innovación Científica y Tecnológica, CIICYT. Saltillo.
11.- Instituto de Investigación para el Desarrollo Integral de la Mujer Universitaria, IIDIMU. Torreón.
12.- Centro de Investigación en Genética y Genómica, CIGEN. Saltillo.
Pero en la intervención que tuvo el rector hace una semana, ante el Centro Empresarial Coahuila Sureste, presentó una diapositiva que indicaba “ocho centros de investigaciones”.
Los eliminados son:
1.- Centro de Investigación en Ciencias Sociales, CICS; que será absorbido por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
2.- Centro de Investigación e Innovación Científica y Tecnológica, CIICYT; que se fusionará con el CEII.
3.- Instituto de Investigación para el Desarrollo Integral de la Mujer Universitaria, IIDIMU; que será parte de la Coordinación de Igualdad de Género.
Y 4.- Centro de Investigación para el Desarrollo Sostenible e Innovación Empresarial, CIDESIE; el cual aún no está claro a dónde se mudará.
Pimentel Martínez aclara que la página no está actualizada, que están en proceso de reestructuración, y que todavía no habla personalmente con los directores de los centros.
“La página no se ha actualizado, y no se ha actualizado porque la autoevaluación y la Comisión de Planeación emitieron un dictamen de algunas modificaciones a los centros; sin embargo, yo en lo personal no me he sentado con ninguno de ellos. Lo haré en estos días para tomar las mejores decisiones pertinentes, y ya cuando tomemos las decisiones, actualizaremos nuestra página y damos a conocer los resultados del proceso de investigación que tenemos en la universidad”, asegura.
“Efectivamente, ahorita la propuesta que nos hacen Planeación y Posgrado es hacer una modificación a cuatro centros, pero la decisión la tomaremos en conjunto con los centros, y se los daremos a conocer las primeras dos o tres semanas regresando de vacaciones, o en la semana de Pascua”, reitera el rector, dejando claro que aún no está definido el futuro de los centros.
Nadie sabe a ciencia cierta
Y es esa incertidumbre la que genera estrés laboral en la comunidad científica, afirma el destacado investigador Cristóbal Noé Aguilar González, quien considera que no existe una política clara ni una definición precisa de lo que son los centros de investigación.
“Mucha de la preocupación que se discute ahora, es cómo se ha hecho, cómo se ha tratado y cómo se han violentado las formas y procedimientos, exponiendo a los compañeros, miembros de los centros, a situaciones de estrés, diciéndoles que están en problemas, y no sabemos cuáles problemas”, expresa.
Aguilar González, que ha sido reconocido a nivel internacional por su producción científica, detalla que en agosto la Dirección de Investigación y Posgrado les hizo una autoevaluación por colores: verde, amarillo y rojo para que hicieran las correcciones pertinentes, pero que no se les dio tiempo de mostrar sus mejoras.
“Ellos estaban esperando que les mandaran llamar para exponer cómo habían avanzado, pero no hubo esa oportunidad. En febrero les dijeron que los iban a cerrar”, y cree que ni siquiera el rector está enterado de estos procedimientos.
“Hay algo muy preocupante: fueron las comisiones de Investigación de Posgrado, y las comisiones de Planeación del Consejo Universitario, quienes aprobaron por unanimidad la creación de los centros hace menos de tres años, y ahora se dice que es la Comisión de Planeación la que tomó la decisión por unanimidad, de echarse para atrás con lo que había dicho”, explica Cristóbal Aguilar.
Fue así como llegaron con el director del CICS, Lerins Varela, a decirle que su centro ya no existía -sin ningún oficio, en medio del pasillo-, y que se regresara a su facultad.
“A los investigadores les están diciendo que se pongan a trabajar juntos para encontrar una fusión, pero con la advertencia, tal vez amenaza: si no se ponen de acuerdo, me la van a poner muy fácil”, subraya. “Lo que le está haciendo mucho daño a la universidad son los rumores, la filtración de información, los malos procedimientos administrativos”.
Momento crítico
La política federal es muy clara: es urgente desarrollar tecnología mexicana, pero la UAdeC está en un momento crítico debido a que no hay una estrategia definida en el área de investigación científica.
Y es que, los centros de investigación están diseñados para atender temas específicos como inteligencia artificial, redes neuronales, robótica, autos eléctricos, agricultura sustentable, seguridad alimentaria; fenómenos sociales como migración, pobreza, vivienda, salud, contaminación ambiental; y formar especialistas con maestrías y doctorados que los atiendan en cada región del estado.
Así que, al cerrar los centros, la universidad pierde la oportunidad de participar en convocatorias y obtener financiamiento, así como la posibilidad de ser más pertinente que el resto de las instituciones educativas.
“Tenemos problemas muy serios en Coahuila, nuestros pacaneros, porque Coahuila produce nuez, no se apoyan en centros de la UAdeC, se apoyan en centros de la Universidad de Nuevo León, porque nuestra universidad no tiene centros que operen en esas zonas”, señala el investigador Cristóbal Aguilar.
“La universidad debió haber tenido, desde hace diez años, un centro de investigación que apoyara al sector productivo, agricultores, empresas, y al de manzana y al de algodón, y al de carbón, y al siderúrgico”.
La Autónoma de Coahuila cuenta con 379 docentes pertenecientes al Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII), quienes han participado en descubrimientos importantes a nivel internacional; tiene tecnólogos relevantes en la industria farmacéutica, en el sector ambiental, de la industria automotriz… pero han pasado desapercibidos a nivel local, quizá, considera Cristóbal Aguilar, porque es más fácil contar alumnos que tener patentes.
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