En esta secuela, Riley ya es una adolescente a la que le han surgido nuevas emociones, como la ansiedad y la envidia, que se le suma a todas las demás que habitaban su vida cuando era una niña.
La cinta animada de corte familiar es otra delicia en la que los genios de Disney y Pixar muestran, con base en divertidos clichés, cómo es la vida mental de una chica, que siente que no encaja en el mundo y que no sabe qué hacer con su vida.
En la mente de Riley hay nuevas emociones, lo cuál significa que su temperamento de chiquilla ha sido sustituido por el de una persona mayor.
En su cabeza se ha demolido el cuarto de los sentimientos viejos para instalar otros nuevos que la tienen descontrolada.
Cuando siente la necesidad de encajar con las chicas que cree más populares, relega a sus amigas de siempre, lo que le genera conflictos que cree son el fin del mundo.
Bella experiencia emocional que disfrutarán las chicas y sus mamás, que recordarán esa etapa de su pasado.
(G. Todas las edades)
@LucianoCamposG
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