Culpable “fabricada” en caso Juana Barraza exige justicia

agosto 3, 2023
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Ciudad de México.- En los años 90 atrajo la atención mediática y gubernamental un caso, el cual implicó a Juana Barraza Samperio en una serie de homicidios contra adultas mayores. De pronto se comenzaron a vulnerar derechos de personas, entre ellas Araceli Vázquez García, a quien se le relacionó con los asesinatos; sin embargo, nunca se pudo comprobar nada, pese a ello, aún se encuentra en condición de reclusión y ha sido un documental el que trajo su caso de nueva cuenta a la opinión pública.

Mientras se registraban los homicidios contra adultas mayores, las autoridades ignoraron el incremento de casos de feminicidio en el Estado de México y en Chihuahua, todo entre omisiones, negligencias y el sensacionalismo que provocó la investigación hacia Barraza Samperio, a quien el Estado le dictó una sentencia de más de 700 años de prisión, poniendo en evidencia las diferencias que ejerce el sistema penal hacia los hombres y las mujeres. 

Hace unos días se estrenó en la plataforma de streaming Netflix el documental “La Dama del Silencio: El caso Mataviejitas”, el cual recordó que entre los años 1998 y 2005 se perpetraron asesinatos de mujeres adultas mayores. Pero, lejos de las razones que impulsaron la violencia detrás de cada caso, la directora María José Cuevas y el equipo de investigación, liderado por Karla Casillas, Laura Woldenberg e Ivonne Gutiérrez, ponen sobre la mesa la ineficiencia de las autoridades capitalinas en la búsqueda de Juana Barraza Samperio.

Araceli Vázquez García, culpable “fabricada”

“Me dicen a mí las compañeras: ‘acaban de detener a la mataviejitas’ y yo me sorprendí y dije: ¿Por qué? ¿Qué no dicen que soy yo?”, cuestiona Araceli en el documental. 

La vida de Araceli cambió el 1 de abril de 2004, cuando fue presentada ante medios de comunicación y la sociedad en general como “La Mataviejitas”. Ante una prensa insensible y carente de perspectiva de género, la Procuraduría General de Justicia del entonces Distrito Federal relacionó a Vázquez García a los asesinatos de adultas mayores que se habían registrado en la capital del país.

La prueba que se uso en ese momento fue una presunta huella en el vaso de una escena del crimen. Sin embargo, esta versión no fue respaldada. Incluso testigos afirmaron que el físico de Araceli no coincidía con el de la responsable de los homicidios.

En más de una ocasión Araceli Vázquez García reconoció su participación en robos, pero negó rotundamente haberle quitado la vida a alguna mujer. No fue escuchada por el ex procurador general de Justicia del Distrito Federal, Bernardo Bátiz Vázquez, tampoco por el ex fiscal de Homicidios, Guillermo Zayas ni por Renato Sales Heredia, ex subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales. Así fue como Araceli Vázquez fue privada de su libertad. 

Al día de hoy Araceli ya pagó una sentencia de 17 años y nueve meses por robo y ahora cumple una sentencia de 29 años por un homicidio.

Reportera del documental “La Dama del Silencio: El caso Mataviejitas”: ¿Encajaba Areli con el perfil de la persona sospechosa?

Guillermo Zayas, fiscal de homicidios 1997-2007 en la CDMX: “No al 100, pero nuestra obligación era trabajar todo lo que nos presentaran”.

Renato Sales, ex subprocurador: “Es un caso fallido”.

Reportera: “No, porque ella sí quedó ahí cumpliendo su sentencia”.

Renato Sales: “Bueno, pues serán otros asuntos, no ese. No lo recuerdo”, aseguró el exfuncionario entre risas. “Otra de las cosas terribles en el contexto de las investigaciones es que hay errores y esos errores hay que reconocerlos y hay que ser capaces de repararlos, muchas veces no se hace por cuestiones mediáticas y políticas”, añadió. 

“Simplemente quiero que se esclarezca que yo no fui la que mató a esas personas y las pruebas las tienen ahí. He estado 18 años callada”, sentenció Araceli Vázquez García, quien se encuentra privada de la libertad en el penal de Santa Martha Acatitla. 

Una sentencia que fue “advertencia” para otras mujeres

Juana Barraza Samperio, la responsable de varios asesinatos de adultas mayores, fue detenida en 2006 y en 2008 sentenciada a 759 años de prisión por el homicidio de 17 mujeres y 12 cargos de robo. Esta pena significó la “justicia” que el gobierno quería dar a la sociedad. 

“Las mujeres que matan en México y en todo el mundo tienen consistentemente las condenas más largas, porque no se les condena por lo que hacen, sino por creerlas malas por naturaleza. A su vez, esta sentencia funciona como una advertencia para las otras mujeres”, señaló la investigadora Susana Vargas Cervantes, quien publicó el libro “La Mataviejitas”. 

Lo anterior es una realidad, así lo confirmó recientemente el informe Mujeres Privadas de Libertad en las Américas, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), donde se detalla que “las mujeres son sancionadas con elevadas penas de prisión como resultado del empleo de criterios judiciales discrecionales y discriminatorios en su perjuicio. En particular, los datos disponibles refieren que las decisiones de las juezas y jueces se encontrarían influenciadas por estereotipos de género sobre el rol de la mujer, según los cuales una mujer que comete un delito sería merecedora de un mayor reproche judicial por tratarse de una ‘chica mala’”.

Así, una a una el documental enumera las fallas de un proceso de investigación que vulneró los derechos de más de una persona, una investigación judicial dirigida por hombres carente de perspectiva de derechos humanos y un juicio social basado en estereotipos de género.

CIMAC Noticias

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