Por Álvaro Delgado Gómez
CDMX.– La trayectoria de Jorge Romero Herrera desde que fue dirigente juvenil del Partido Acción Nacional (PAN) en la capital hasta ahora como coordinador de los diputados federales, identificado como el jefe máximo del Cártel Inmobiliario, está asociada a una palabra: Corrupción.
Hábil para tejer redes políticas y de complicidades, dentro y fuera del PAN, Romero Herrera es ampliamente conocido por sus compañeros de partido y han sido ellos los que más han documentado su biografía corrupta.
El ascenso político de Romero ha ido de la mano de Marko Cortés Mendoza, presidente del PAN, desde que, entre 2001 y 2003, fueron compañeros en Acción Juvenil, y el proyecto es que, en 2024, lo releve en la dirigencia nacional de ese partido.
Pero también un periodo clave para la carrera política de Romero Herrera comenzó en 2007, cuando Mariana Gómez del Campo Gurza, su entonces novia, llegó a la dirigencia del PAN en la capital del país con el respaldo de su tío, Felipe Calderón, recién llegado a la Presidencia de la República.
Ese año, como consta documentalmente, este joven dirigente comenzó a tomar el control del padrón de militantes del PAN mediante la afiliación masiva y corporativa que incluyó vendedores ambulantes, en particular en la Alcaldía Benito Juárez, sobre lo que construyó su hegemonía en la Ciudad de México y que pretende en todo el país.
A partir de entonces, hace exactamente tres lustros, consolidó el grupo político que controla el PAN en la Ciudad de México y gobierna las alcaldías Benito Juárez —que es su entraña— y Miguel Hidalgo.
De tal magnitud es la corrupción de Romero Herrera y su grupo que hasta Calderón lo desnudó en su libro Decisiones difíciles, editado en mayo de 2020:
“Jorge Romero de la Ciudad de México, exdelegado en Benito Juárez, famoso por los casos de corrupción que constantemente empresas extorsionadas revelaban. Un amigo suyo y sobrino mío me relató que dejó de trabajar con él cuando el propio Romero le confesó que asociaciones de ambulantes y otros le representaban a su grupo ganancias de 7 millones de pesos al mes”.
Ese sobrino es Gabriel Gómez del Campo Gurza, hermano de Mariana y quien fue Diputado local del PAN entre 2012 y 2015, amigo íntimo de Romero Herrera.
Ya desde 2018, cuando Margarita Zavala renunció al PAN cuando no pudo ser la candidata presidencial, Calderón acusó a Romero de encabezar la corrupción en la Alcaldía Benito Juárez.
“Se va de Acción Nacional una panista valiosa que denunció la manipulación del padrón interno del PAN-DF y la corrupción en la delegación Benito Juárez de Jorge Romero. Están acabando con el PAN”, personalizó Calderón.
En el mismo año de 2018, la exdiputado Paula Soto renunció al PAN, en protesta por el predominio del grupo de Romero Herrera y dejó constancia también de la conducta deshonesta de Romero:
“Desde hace no menos de 10 años denuncié, con pruebas, la alteración del padrón de militantes a manos de un grupo de personas, con nombre y apellido. Alteraciones consentidas desde la dirigencia de ese tiempo en el PAN-DF. Un grupo de panistas certificamos con Notario Público la manipulación de los padrones de Acción Nacional, denunciamos la operación para alterar los resultados de elecciones internas, y también, desde hace varios trienios, he denunciado la corrupción que impera en el grupo que hoy se ha adueñado del gobierno y de las diputaciones en mi delegación, esa que rimbombantemente llaman los panistas ‘la joya de la corona’, la delegación Benito Juárez”.
Y sí: Mientras Gómez del Campo presidía el PAN, Romero Herrera era Diputado local y presidente de la Comisión de Juventud de entonces la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, cuyo secretario técnico era Mauricio Tabe Echartea y su asesor era Santiago Taboada Cortina, actuales alcaldes de Miguel Hidalgo y Benito Juárez, respectivamente.
En el comité estatal del PAN encabezado por Gómez del Campo Gurza el secretario de Afiliación era Luis Alberto Mendoza Acevedo, actual Diputado federal y hermano de Víctor, director General de Planeación, Desarrollo y Participación Ciudadana de la Alcaldía Benito Juárez, y un operador era Christian von Roerich de la Isla, el primer exalcalde preso por corrupción relacionada con el Cártel Inmobiliario.
Este grupo liderado por Romero Herrera tramaba el asalto al PAN en francachelas en restaurantes, bares y domicilios particulares donde se afiliaba a jóvenes y hasta se les hacía jurar secreto y fidelidad, como narró Miguel Antonio Morales Zepeda, militante del PAN:
“Se citan a todos a una hora, generalmente ocho-nueve de la noche, y todos saludan a Jorge Romero como ‘El Líder’ o ‘Fürer’ como si fueran nazis… Él pone a votación de todos el ingreso del nuevo integrante y le dan la bienvenida en una noche de orgía, mujeres, alcohol y drogas… Posterior a la votación, que los hace hermanos, juran jamás traicionarse”.
Sobre von Roehrich, Morales Zepeda afirmaba que solía rentar el bar Cuvée, de la colonia del Valle, para hacer “fiestas-orgías” sobre todo con jóvenes panistas recién afiliados.
“Invitaban a todos los juveniles (…) les daban todo lo que pudieran beber hasta que los alcoholizaban. Tomaban fotos de los adolescentes para extorsionarlos: Si no afiliaban o traían más ‘simpatizantes’ con su IFE, les mostrarían a sus padres las fotos en paños menores ya borrachos. Todo esto con consentimiento de Jorge Romero y compañía, ya que él llegaba a estas fiestas un rato y luego de drogarse en el baño se iba en compañía de diferentes chavitas…”
Fue en esa época en que Romero Herrera estrechó la relación con Nicias René Aridjis, director General de Obras y Desarrollo Urbano de 2006 a 2018, considerado el “cerebro” operativo del Cártel Inmobiliario, actualmente preso acusado de autorizar obras legales e irregulares.
Entre otros militantes del PAN, Morales Zepeda presentó formalmente quejas y denuncias sobre la afiliación corporativa de militantes, un proceso que se inició sobre todo desde 2007, cuando se fueron incorporando al grupo personajes que ocuparon importantes posiciones en el gobierno del empresario restaurantero Mario Palacios, que comenzó en 2009.
Entre ese año y 2012, el que en realidad gobernaba era Romero Herrero en su carácter de coordinador de Gabinete y Proyectos Especiales, donde colocó a Chistian von Roerich como director general de Participación Ciudadana y a Luis Vizcaíno Carmona como director general Jurídico y de Gobierno, ambos presos por la trama del Cártel Inmobiliario.
En el gobierno de Palacios, Romero consolidó su poder para enseguida ser el candidato del PAN a Delegado, en 2012, en la elección más cerrada en la historia contra Leticia Varela, postulada por la coalición PRD-PT-Movimiento Ciudadano.
Romero se impuso con el 39.63 por ciento de los votos, por 39.42 por ciento de Varela con una diferencia de sólo 498 votos: Fueron 95 mil 22 votos para el panista y 94 mil 524 para la perredista, con 8 mil votos nulos.
En esa elección de 2012, el PAN perdió Cuajimalpa y Miguel Hidalgo, y quizá pudo perder Benito Juárez si las autoridades hubieran permitido el voto por voto que exigía la coalición que postuló a Varela.
Como Alcalde, Romero enfrentó varios escándalos. En uno de ellos tuvo que despedir a dos de sus principales colaboradores que protagonizaron violencia en Brasil, en 2014, un asunto que además exhibió presunta corrupción con un proveedor.
Sergio Euguren, director general de Desarrollo Delegacional, y Rafael Medina, director general de Coordinación de Gabinete y Proyectos Especiales, viajaron al mundial de futbol en Brasil, invitados por Mateo Codinas Velten, representante comercial de Oracle en México, proveedor de la Alcaldía.
En otro escándalo, por presión de los vecinos debió desalojar a vendedores ambulantes de la alcaldía, a quienes protegía y con quienes inclusive se fotografiaba, como la dirigente Guadalupe Peñaflor Hernández, de la Asociación de Comerciantes Universidad Benito Juárez.
Cuando la elección estaba aún en litigio, Romero Herrera estrechó relación con el Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera y quien sería su Secretario de Gobierno, Héctor Serrano, con quienes consolidaría la relación cuando, en 2015, se convirtió en Diputado y coordinador de la bancada del PAN.
Junto con los perredistas Mauricio Toledo y Leonel Luna, enfrentó a Morena en su primera elección como partido político y los tres generaron un escándalo por administrar casi 8 mil millones de pesos de presupuesto para la reconstrucción tras el sismo de 2017.
Al respecto, Margarita Zavala acusó al candidato presidencial Ricardo Anaya de ser cómplice de Romero, Leonel Luna y Toledo de la corrupción sobre los recursos para la reconstrucción:
“Ricardo Anaya representa la política de los moches. Tú ves la Comisión de Reconstrucción de los sismos: está un Diputado dueño de Benito de Juárez en la Ciudad de México, Jorge Romero, está Toledo… Ellos son del Frente”.
Sin embargo, luego de ser incluida como Diputada federal del PAN, Zavala defiende a Romero Herrera y, desdiciéndose ella y su marido, asegura que hay una “persecución política” contra su coordinador.
Y ante el creciente escándalo de corrupción del Cártel Inmobiliario, han sido también militantes del PAN los que han solicitado a la dirigencia nacional que encabeza Marko Cortés que active la Comisión Nacional Anticorrupción para que los responsables sean expulsados.
En una carta entregada el 14 de marzo en el Comité Ejecutivo Nacional del PAN, los militantes Alma Viviana Aguilera Castillo, José Manuel Zumaya Cruz y Luis Humberto Medina Montelongo detallan las corruptelas de altos dirigentes panistas que, afirman, “lastiman la imagen y prestigio” de ese partido.
Nada ha ocurrido desde entonces en ese sentido, pese a que ya han sido involucrados directamente en la trama de corrupción el actual Alcalde de Benito Juárez, Santiago Taboada, y el jefe de este grupo, Jorge Romero Herrera.
El encubrimiento de Marko Cortés a Romero Herrera no es sólo porque él mismo lo designó coordinador de los diputados federales, sino porque son amigos desde al menos el año 2001.
En ese año, Cortés era coordinador del presidente de Acción Juvenil, Carlos Torres, actual esposo de la Gobernadora morenista de Baja California, Marina del Pilar Ávila, y Romero era dirigente en la capital del país.
Cortés contó a este reportero que ellos son parte de un mismo grupo que incluye también a las gobernadoras de Chihuahua, María Eugenia Campos, y Teresa Jiménez, de Aguascalientes.
—¿Jorge Romero?
—Sin duda, Jorge Romero.
—¿Y Tabe?
—También.
—¿Desde cuándo los conoces?
—Desde las épocas juveniles.
Son un mismo grupo. Y el plan es que, en la elección interna del PAN el próximo año, Romero Herrera sustituya en la presidencia a Cortés Mendoza.
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