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Puebla.- Ataques con ácido en aumento, 115 asesinatos violentos de mujeres en un año y más de 100 desapariciones: así cierra Puebla el 2022, entidad cuyo gobernador, Miguel Barbosa Huerta, recientemente falleció, dejando un contexto de revictimización e injusticia para las niñas, adolescentes y mujeres del estado.
La violencia feminicida en la entidad de Puebla no se ha erradicado aún con las constantes demandas de mujeres. Y es que desde 2019 -cuando Barbosa tomó el cargo- el gobernador se dedicó a ofender a feministas y revictimizar a las víctimas en más de una ocasión.
No olvidemos frases como: “Si un grupo de feministas llegan y ofenden e insultan, pintarrajean un lugar, ¿qué hago, voy a quejarme de eso? No, pues no. Hay que aguantar varita”; “Respetamos la libre expresión, aunque sean expresiones insultantes y fuera de la ley”; “Yo si pudiera marchaba con ellas, pero capaz que me golpean, porque no se admiten hombres”.
En ese contexto, las cifras por violencia continuaron acumulándose. Por ejemplo, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) destacó que tan solo de enero a octubre de 2022, fueron asesinadas 115 mujeres, de cuyos casos únicamente 19 se investigan como feminicidio.
Además, en el mismo lapso de tiempo se registraron 446 lesiones; 7,008 denuncias por violencia familiar, 708 casos de violación y 10, 868 llamadas de emergencia por violencia de género.
Sumado a lo anterior, según datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), de 2019 a 2022 en Puebla han desaparecido 106 mujeres, siendo aquellas de 15 a 24 años las principales víctimas.
Por esta situación en agosto de 2022 colectivos realizaron una solicitud de declaratoria de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) por desaparición para 10 municipios del estado. Sin embargo, esta petición fue considerada como “inviable” por el gobierno de Puebla y la Comisión para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), quienes destacaron que al contarse ya con una alerta –declarada en 2019 por el delito de feminicidio– se estaban atendiendo ambas problemáticas.
Lo anterior se encuentra lejos de ser una realidad, ya que incluso violencia como tentativa de feminicidio por ataques con ácido fue foco de atención este año. Recordemos que en agosto de 2022 se dio a conocer que una mujer fue atacada con una sustancia corrosiva cuando se disponía a colocar su puesto de pan. La agresión se perpetró luego de que la víctima recibiera una serie de amenazas a través de Facebook por parte de un hombre que le dijo que “lloraría lágrimas de sangre”.
Este ataque forma parte de una violencia que ha visto un incremento durante los últimos meses en Puebla, donde los ataques con ácido o sustancias corrosivas actualmente no son sancionados.
Tras ser cuestionado por este panorama, el entonces gobernador de la entidad, Miguel Barbosa, minimizó las agresiones e incluso emitió un comentario en el que compara la violencia que viven las mujeres contra la que se expresa contra hombres.
“Yo veo que es un ataque del que pueden ser objeto hombres y mujeres, por favor, no solamente piensen ustedes en que pueden ser atacadas las mujeres, también los hombres, y ahí está la legislación suficiente para poder sancionar este tipo de cosas, son lesiones básicamente”.
Cabe señalar que en Puebla, la Fundación Carmen Sánchez ha documentado seis casos de ataques con ácido en contra de mujeres perpetrados en los espacios públicos. Y lejos de ser reconocida esta violencia, las agresiones siguen subestimándose.
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