Ciudad de México.- Las mujeres en México cada vez ocupan mayores espacios de participación política y las próximas elecciones podrían ser el sector de la población que incida sobre el resultado de quién sería la presidenta del país porque de los casi 98 millones de ciudadanas y ciudadanos que estarán en posibilidad de ser votantes, 50 millones 749 mil 708 son mujeres, lo que representa el 51.90 por ciento, de la Lista Nominal Electoral, lo que es una mayoría histórica.
De la lista nominal del INE, 26 millones de jóvenes de entre 19 y 29 años quienes representan casi el 30 por ciento del Padrón Electoral, podrán sufragar, por su densidad poblacional representativa serán clave en el 2024.
Para la consejera presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE), Guadalupe Taddei Zavala, el hecho de que las mujeres puedan votar y ser electas significa que están inmersas en la vida política del país y que tienen altas posibilidades de participar en los procesos electorales para que sean electas mediante el voto popular.
Lograr que cada vez más mujeres estén en cargos de toma de decisiones, enfatizó, implica constancia, voluntad, respeto, sororidad y decisión de vida para poder resistir los embates que la propia burocracia y el servicio público generan por sí mismos.
La consejera presidenta destacó que, desde el INE, hay muchos proyectos y programas a cargo de mujeres que tienen el objetivo de impulsar la participación comunitaria y social, así como la ciudadanía y la responsabilidad con el país.
Recordó que en 2024 se elegirán 20 mil 367 cargos de elección popular, de los cuales, la mitad serán para mujeres. En este sentido, llamó a las y los ciudadanos a estar atentos y a participar en las distintas etapas del proceso electoral como Capacitadores Asistentes y Supervisores Electorales, funcionario de casilla y observadores electorales.
Además, informó que durante el proceso electoral 2023-2024 se tramitarán más de 14 millones de Credenciales para Votar. “Es un esfuerzo enorme el que el Instituto Nacional Electoral y los institutos locales hacemos de la mano” para poder garantizar que las y los 97 millones 782 mil 429 mexicanos tengan una boleta el próximo 2 de junio.
“El trabajo que el Instituto realiza es para que cada uno de nosotros, con credencial en mano, acudamos a una casilla el día de la jornada electoral y ahí les aseguro que vamos a encontrar nuestra boleta para emitir nuestro voto y poder decidir por nosotros mismos qué es lo que queremos hacia delante de nuestro país o de nuestro estado. El mensaje es: elevemos la participación ciudadana”, insistió.
Aunado a esta información, son las mujeres quienes tienen el mayor índice de credenciales expedidas con más de 79 millones así como vigentes para votar con más de 50 millones.
Logros históricos ganados por defensoras
En su oportunidad, la consejera electoral del Instituto Nacional Electoral, Carla Humphrey Jordan, afirmó que en el Proceso Electoral 2023-2024, la paridad es un piso, no es un techo, al destacar que de los más de 20 mil cargos de elección popular, más de 10 mil tendrán que ser ocupados por mujeres.
Mencionó que “a mayor participación, mayor violencia en su contra”; por eso, invitó a las candidatas que contenderán por un puesto de elección popular a realizar campañas enfocadas en el acceso a la salud, seguridad, educación, a la agenda de cuidados, que son los temas que a todas y todos nos preocupan como país.
Al dictar la conferencia “Principio Constitucional de Paridad y la Violencia Política en Razón de Género”, la consejera electoral señaló que la ciudadanía se merece un proceso electoral limpio, sin polarización, con información clara y que permita elegir a las candidatas y los candidatos de su preferencia.
La consejera electoral, Claudia Zavala Pérez, manifestó que uno de los principales retos en el ámbito electoral es que el Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género (RNPS), así como la Ley 3 de 3, no sean considerados “como elementos meramente decorativos de nuestra legislación”.
Es urgente construir, añadió, una ética pública de respeto y reconocimiento a las mujeres, no solo en el terreno público, sino también en el privado, “de modo que las reglas y acciones institucionales que se han puesto en marcha para lograr la paridad legislativa, disminuyan la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres que ejercen la actividad pública”.
Hizo un llamado urgente a la necesidad de construir una pedagogía de género, a partir de la apropiación de la perspectiva de género como eje renovador de la ética pública, y “como el ingrediente definitorio de nuestra forma de hacer política y que ha permitido el posicionamiento de temas que antes no se discutían en la agenda pública y ahora están impulsando la construcción de una nueva sociedad”.
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