CDMX.– “El sistema judicial en América Latina está infiltrado”, advirtió el expresidente ecuatoriano Rafael Correa (2007-2017), quien por una parte, señaló la injerencia estadounidense, vinculada a los golpes de Estado que enfrentó la región en los años 70, y por la otra apuntó a la derecha que ha empleado al Poder Judicial, mediante el modelo del lawfare, y a los medios de comunicación, como sus brazos ejecutores para defender sus intereses.
“En América Latina hay un partido político muy poderoso, es el partido mediático y es el partido judicial”, comentó Correa a Alejandro Páez Varela y Álvaro Delgado durante el programa Los Periodistas que se transmite en el canal de YouTube de SinEmbargo Al Aire.
“Ahora utilizan medios más sutiles como el lawfare (un término en inglés empleado para referirse a la guerra jurídica), pero para eso es necesario infiltrar el sistema de justicia, ya hace décadas que hacen escuelas de fiscales, que dan becas a fiscales, jueces que dan visa de 5 años al juez que se porta bien al juez que se portan mal se la quitan y así tienen influencia en nuestro sistema de justicia, más a la derecha que capta también esos jueces por billetes por muchas cosas pero es muy grave”, puntualizó.
Rafael Correa —quien lamentó la traición del expresidente Lenín Moreno y cuyo Movimiento Revolución Ciudadana lidera las encuestas presidencial con Luisa González— habló sobre cómo en Ecuador, en México y en toda América Latina ya no se puede seguir tapando el sol con un dedo ante el responsable por la falta de desarrollo y democracia en la región: la mala prensa que en determinadas coyunturas, indicó, puede hacer mucho daño.
“Nosotros los partidos progresistas no enfrentamos a los partidos de derecha, enfrentamos a su prensa porque la prensa latinoamericana pertenece a las élites y no para informar sino como instrumento para preservar el status quo, pero no nos engañemos, no tapemos el sol con un dedo, como no tienen argumentos en contra usan argumentos ad hominem contra el mensajero, no contra el mensaje, y resulta que yo odio a los periodistas porque me decían las verdades. Lo que más necesitamos son buenos periodistas, buena prensa, como buenos políticos y buena política”, expresó.
Rafael Correa indicó que si bien es un problema mundial debido a que los medios pertenecen a las grandes corporaciones, hay ciertos límites en cuanto profesionalismo, ética, que aquí se han destrozado. “En Estados Unidos un medio que mienta pierde muchísimo, aquí no pasada nada, va a ser aplaudido por el resto y para defenderse son muy hábiles, ellos dicen que criticar es criticar la libertad de prensa, todos estamos con la libertad de prensa, con lo que no estamos es con esos negocios corruptos dedicados a la información que habrían de ser los guardianes de la verdad, pero son los primeros en robarnos esa verdad en función de sus dueños en función de sus patrocinadores y en función de sus intereses”.
Para él, mientras no se resuelve “el gravísimo problema que es la prensa, el poder sin contrapoder, no tendremos democracia y no tendremos desarrollo, porque para la democracia debes tener información para las elecciones libres, solamente la verdad nos hará libres y son los primeros en robarnos la verdad, y sin información verídica más aún y con manipulación, no sabremos tomar las decisiones correctas entre ellas elegir adecuadamente con lo que es clave, la buena elección colectiva para el desarrollo”.
De igual forma, el expresidente Correa apuntó al otro brazo que ha empleado la derecha en la región: el Poder Judicial. “Se llama el lawfare, la judicialización de la política o la politización de la justicia, es masacrar jurídicamente a la víctima elegida normalmente cuando ha participado el sector público porque nuestros sectores públicos son tan complejos que siempre va a faltar una coma, siempre puede haber una omisión y eso se crea una narrativa que todos son corruptos y si cabía ponerle sólo una coma o una multa le ponen un juicio penal”.
Es ahí cuando entra la prensa a generar consentimiento, comentó, y a buscar que hasta la persona más noble aplauda la mayor canallada, “y jueces temerosos o abiertamente corruptos, miedosos del sector del poder mediático o del poder político de turno o tal vez también que vendieron sus conciencias, ya solo lo copian los que dicen los titulares y como insisto se logra consentimiento, se logra consenso”.
En ese sentido, apuntó a los dos ejes fundamentales para que el lawfare tenga éxito: que el poder mediático logre ese consenso y que los “jueces corruptos” que no administran justicia solo copien los titulares de la prensa. “En América Latina no sólo no se respeta la verdad, se aplaude la mentira y se la aplaude por habilidad, por falta de escrúpulos cuando debería sancionada por toda la sociedad”, lamentó en ese sentido.
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