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Lo que representa un crecimiento de 400%, comparados con los ocho campos que se incorporaron en todo el sexenio anterior, es lo que revelan cifras de la empresa productiva del Estado al informar que, en lo que va de la administración, Petróleos Mexicanos (PEMEX) desarrolló 40 campos nuevos de los cuales se extrae hidrocarburos.
Los números proporcionados por la petrolera mexicana indican que durante los dos sexenios anteriores se desarrollaron un total de 27 campos, 19 durante la administración de Felipe Calderón y ocho durante la de Enrique Peña, sin embargo, en esta administración se incorporaron 40 campos a la producción, al superar a los pasados.
“La producción de hidrocarburos líquidos extraída de los campos nuevos es parte esencial de la estrategia para mantener una tendencia de crecimiento de la producción”, indicó Octavio Romero Oropeza, director general de PEMEX.
La producción de petróleo en estos 40 campos depende en gran medida de Quesqui, que aporta un 35%. Tupilco y Ixachi también son campos importantes, al contribuir con un 19% y un 7%, respectivamente, a los 183 pozos presentes en esta región. Estos pozos se distribuyen en 106 marinos y 77 terrestres.
En línea con la visión de crecimiento de la petrolera, se anticipa que durante el tiempo que queda en esta administración se sumarán 16 campos adicionales, lo que elevará el número total a 56 en el sexenio. Esto jugará un papel crucial en la mitigación del declive de los campos maduros.
Asimismo, un total de un millón 882 mil barriles se produjeron en el segundo trimestre del año, al marcar un incremento de 126 mil barriles diarios con respecto al mismo trimestre del año pasado. Esta mejora se debe en gran medida a la contribución de 208 mil barriles diarios proporcionados por las nuevas incorporaciones, lo que sigue la tendencia al alza que se inició en 2019.
“Ese crecimiento se explica principalmente por la aportación de la terminación de pozos en la estrategia de desarrollo de campos nuevos y por la producción temprana de localizaciones exploratorias cercanas a campos con la infraestructura existente”, precisó el directivo.
Romero Oropeza apuntó que el éxito de esta estrategia se basa en la reducción del tiempo necesario para poner en funcionamiento los campos recientemente identificados, mientras que se mantiene un enfoque constante en el mantenimiento de los pozos para sostener la producción base en los campos de explotación.
Durante el segundo trimestre de 2023, estos campos tuvieron un impacto significativo en la calidad de los hidrocarburos producidos, debido a la notable subida en la producción de crudos ligeros, que ahora conforman el 48% del total. La razón detrás de esta mejora radica en que la mayoría de estos campos son especializados en la producción de hidrocarburos de este tipo.
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