Ciudad de México.-En el Día Internacional de las Mujeres Indígenas, la Asamblea Nacional Política de Mujeres Indígenas (ANPMI) realizó un balance en torno a su manifiesto político: Mujeres indígenas, una agenda política pendiente del 2018, a cinco años de esta exigencia política dirigida a autoridades federales consideran que el lema del presidente de México, “por el bien de todos, primero los pobres” no se ve reflejado en los hechos hacia los pueblos Indígenas y afromexicano.
Esta agenda la cual, afirman surgió de diálogos, reflexiones y consensos de las 7 redes nacionales que la conforman volvieron a presentarla para recordar que aún siguen pendientes las cuales enumeraron:
- Reconocer a las mujeres indígenas como sujetas de derecho. Garantizar su participación política en todos los ámbitos y espacios de toma de decisiones.
- Generar datos desagregados por condición étnica y de género que indiquen la problemática de desigualdad para dar soluciones pertinentes.
- Crear un programa nacional con presupuesto etiquetado y progresivo que incentive la participación de mujeres indígenas en todos los espacios.
- Realizar acciones que generen reconocimiento y valor al aporte de las mujeres indígenas: institucionalización del Día Internacional de la Mujer Indígena y creación del Premio Nacional de las Mujeres Indígenas Defensoras.
- Revisar la legislación agraria para incorporar el derecho de las mujeres indígenas al acceso a la tierra.
- Fortalecer, promover y garantizar los derechos lingüísticos en México. Asegurar el derecho a la traducción e interpretación en todos los espacios públicos.
- Promover acciones y programas para reconocer a las juventudes indígenas, su valor en la continuidad de sus comunidades y el aporte desde su identidad étnica dentro de la sociedad nacional.
- Garantizar el derecho a la salud y no violencia, con especial énfasis en derechos sexuales y reproductivos. Potenciar el modelo de las Casas de la Mujer Indígena, como una política pública exitosa en la prestación de servicios a esta población.
- Garantizar el ejercicio de la partería tradicional indígena de forma libre, desde nuestra cosmovisión, sin que se condicione ni criminalice a las parteras ni a las parturientas. Es parte del sistema de conocimiento indígena, que debe ser conservado y no desaparecido, es parte fundamental de nuestro modo de vida y supervivencia.
- Proporcionar garantías de seguridad para las mujeres indígenas promotoras y defensoras de los derechos humanos.
La Asamblea Nacional Política de Mujeres Indígenas (ANPMI) está conformada por la Red Nacional de las Casas de la Mujer Indígena y Afromexicana (Red CAMIA), el Colegio Interdisciplinario de Mujeres Indígenas (COIMIN), la Red Nacional de Mujeres Indígenas: Tejiendo derechos por la Madre Tierra y Territorio (RENAMITT), Red Nacional de Mujeres Jóvenes Indígenas (RENAMUJI), Red de Intérpretes y Traductores de Lenguas Indígena (RNITLI) y la Red Indígena de Turismo de México A.C (RITA) y el Movimiento de Parteras de Chiapas Nich Ixim.
Esta presentación llevada a cabo en el marco de su Congreso anual desde el 2014, detallaron que en tiempos electorales que transita el país solo: “usan su imagen, pero no garantizan sus derechos”.
En entrevista con Cimacnoticias, Cristina Solano Díaz, defensora de las mujeres indígenas y migrantes en Baja California e integrante de la Red Nacional de Intérpretes y Traductores de Lenguas Indígenas, informó que la candidata a la presidencia por el Frente Amplio por México, Xóchitl Vázquez no ha tenido ningún acercamiento con la Asamblea y tampoco la han buscado porque “le toca a ella hacerlo”.
Afirmó que “quien quiere gobernar tiene que escuchar y buscar al pueblo, porque de fotos ya nos cansamos”. Denunció que las utilizan para diversas circunstancias como la “entrega del bastón de mando” pero no les permiten aspiran a un cargo digno y si se los dan, es sin presupuesto.
En un balance político social de la administración de Andrés Manuel López Obrador, Solano Díaz afirma que “tenía buenas intenciones, pero su gabinete no ha aterrizado las acciones desde la raíz y la corrupción sigue operando”.
Consideró que las mujeres indígenas siguen pagando su acceso a la salud y como nunca antes se siente insegura cuando viaja a su comunidad en la zona de la Montaña de Guerrero. Hoy, afirma no se atreve a viajar sola por las olas de violencia en esa entidad.
Aunque la activista reconoció algunos esfuerzos por parte del presidente López Obrador, lo cierto es que “ha habido violencia machista y aprobación para seguir violentando mujeres”.
Sobre la reforma indígena
Esta reforma que busca modificar 15 artículos de la Constitución, que respondan a luchas de resistencia contra la persecución, hostigamiento, exclusión, discriminación, racismo y despojos a los pueblos indígenas de México, hasta la fecha no se ha tenido el anuncio por parte del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, de presentar la iniciativa de Reforma Constitucional ante la Cámara de Diputados.
Del 19 de junio al 25 de julio se llevaron a cabo 61 asambleas de seguimiento en México y una con migrantes indígenas radicados en Estados Unidos, el 21 de junio al 4 de agosto de 2019. Con las aportaciones retomadas en las 61 asambleas, el Comité Técnico de Expertos integró un documento consolidado que permitó consturir la iniciativa.
Más de 20 mil autoridades municipales, agrarias y comunitarias de los pueblos indígenas y afromexicano participaron en este proceso con la finalidad de construir una iniciativa que garantice los derechos colectivos, que nos reconozca como sujetos de derecho público con autonomía y libre determinación.
Mujeres Indígenas en México
El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) resalta que según los resultados de la Enadis todavía persisten estereotipos por origen étnico en el país, debido a que tres de cada 10 mujeres indígenas en este rango de edad señalaron haber vivido algún acto de discriminación.
El estudio indica que las situaciones mayormente asociadas a la discriminación son rechazo, exclusión de actividades sociales, miradas incómodas, insultos y burlas, así como amenazas o empujones.
Además, nueve de cada 10 personas indígenas de 6 años de edad o más se ubican en los estratos socioeconómicos más bajos, 53.6 por ciento en el bajo y 37.7 por ciento en el medio bajo.
Asimismo, dos de cada tres mujeres que se autoadscriben indígenas residen en localidades no urbanas (66.5 por ciento), es decir, viven en una comunidad con una población menor a 15 mil habitantes.
En la región sursureste de México se ubica la mayor parte de la población de mujeres reconocidas como indígenas.
En particular, la distribución por entidad federativa donde se encuentran las mayores poblaciones de mujeres indígenas son Oaxaca (15.7 por ciento), Veracruz (12.2 por ciento), Puebla (8.7 por ciento), Guerrero (8.2 por ciento) y Estado de México (7.9 por ciento).
Los datos anteriores muestran una alta prevalencia de prejuicios, estereotipos, actitudes de rechazo y discriminación hacia las mujeres indígenas.
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