Proponen flexibilizar horario laboral a madres trabajadoras con hijas e hijos en educación básica

enero 7, 2024
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Ciudad de México.- El Partido del Trabajo (PT) en la Cámara de Diputados busca que haya flexibilidad laboral para las madres trabajadoras con hijas e hijos que estén cursando educación básica, lo cual traería como beneficios mayor autonomía, conciliación o compaginación de la vida personal y laboral, así como el mejoramiento de la producción.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), al tercer trimestre de 2022 7 de cada 10 mujeres que participaban en el mercado laboral son madres, por lo que enfrentan las peores condiciones que las mujeres sin hijos, en tanto el 58 por ciento trabajan en la informalidad en comparación con el 50 por ciento de las mujeres sin hijos.

Por ello, el diputado del PT, Pedro Vázquez González, impulsa iniciativa que reforma los artículos 2º, 59 y 170 de la Ley Federal del Trabajo, en materia de flexibilidad laboral, para que el horario de trabajo y las maneras alternas en que las madres trabajadoras opten de común acuerdo con el patrón para la realización de sus labores, como el “home office”, mixtos o en las oficinas.

Añade que, sin exceder las horas máximas legales de la jornada de trabajo, las madres trabajadoras que tengan hijas e hijos que estén cursando la educación básica establecerán, de común acuerdo con el patrón, un esquema de horarios flexibles que les permita atender sus responsabilidades familiares y laborales cuando ellas así lo consideren, de conformidad con lo establecido en el segundo párrafo del artículo 59 de la ley.

La iniciativa, que ya está en revisión en la Comisión de Trabajo y Previsión Social en la Cámara de Diputados para elaborar el dictamen correspondientes, y a la Comisión de Igualdad de Género para opinión, resalta que la flexibilidad laboral traería como beneficios mayor autonomía, conciliación o compaginación de la vida personal y laboral y mejoramiento de la producción.

Vázquez González menciona que las mujeres trabajadoras dedican 40 horas en promedio a sus actividades laborales, mientras los hombres 46.46 horas; sin embargo, las mujeres pasan 23.40 horas en promedio en actividades no remuneradas y los hombres solo 8.09 horas en promedio, lo que genera una brecha de 15.31 horas no remuneradas.

Ante ello, subraya, es necesario que haya flexibilidad, principalmente para las madres trabajadoras, al ser ellas las que juegan un doble rol en el núcleo familiar.  La flexibilidad de horario es cuando un empleado decide qué horas trabajar, e incluso, cuáles días.

En México, dijo, el uso de la flexibilidad laboral está experimentando tendencias significativas. Datos revelan que el 54 por ciento de los trabajadores mexicanos prefieren tener horarios flexibles en su empleo, y la figura tomó fuerza durante la pandemia, por lo que se necesita dotar de certeza jurídica a las madres trabajadoras con la incorporación de esta modalidad.

Subraya que para muchas mujeres las oficinas físicas representan un medio que ayuda a separar el hogar del trabajo, mientras que el teletrabajo no siempre representa la mejor forma de flexibilidad, ya que el denominado “home office” podría acelerar la brecha de género en el empleo, al reducir más las oportunidades y aumentar la carga de trabajo entre actividades laborales y del hogar para las madres trabajadoras.

Indica que el trabajo a distancia o híbrido es común hoy en día, pero las empresas necesitan desarrollar mejores estrategias para ayudar a las madres trabajadoras y centrarse en poner horarios flexibles a disposición de todas y todos, priorizar el rendimiento por objetivos en lugar de un horario estricto, sin importar si el trabajo se realiza en casa o desde una oficina.

Obstáculo para desarrollo profesional

Para una mujer, convertirse en madre puede ser un obstáculo en su desarrollo profesional. Regularmente, no las toman en cuenta para los mejores puestos por considerarlas no aptas y cuando logran crecer es a costa de mucho esfuerzo a través de jornadas dobles o triples, dijo Alejandra Collado, del Centro de Investigaciones de Estudios de Género de la UNAM.

Así, surge el castigo laboral hacia las mamás relacionadas con la “división sexual del trabajo”, en donde se plantean roles y estereotipos de género que socialmente determinan a qué puede dedicarse un hombre y una mujer y cuál es el lugar que ocupan cada uno en la estructura social y económica.

Esta situación se refleja en explotación laboral, acoso, hostigamiento, sueldos más bajos, pueden perder la posibilidad de desarrollarse en determinados puestos e incluso prepararse académicamente u operativamente para acceder a otros espacios laborales.

De acuerdo con esta división, las mujeres están en el área de la reproducción y el cuidado, es decir, en la esfera del hogar y el espacio privado. En cambio, los hombres se encuentran en el ámbito remunerado, el trabajo valorado y desarrollarse en el espacio público como es en empresas, la política o en puestos de poder.

Cuando el género femenino decide salir de ese orden surge la sanción social y viene el castigo que puede ser desde económico hasta simbólico. De hecho, “esta división sexual del trabajo plantea que las mujeres solo sirven para el hogar y no tienen el mismo valor que los hombres que tienen más experiencia en los puestos laborales bien pagados”.

CIMAC Noticias

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