2023, ¡agárrense!

enero 9, 2023
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Foto:Especial

La primera semana del penúltimo año del sexenio que vivimos en peligro comenzó a todo lo que da.

El lunes mismo, dos cortes, dos tribunales, renovaron su presidencia. La SCJN estrenó presidenta, pero no fue electa, como hubiéramos temido, Yasmín Esquivel, la abogada que compró su tesis y quien, además, tuvo la desvergüenza no sólo de no renunciar a su cargo, sino de defenderse con mentiras, de la mano de la fiscal carnal, Ernestina Godoy, y su súper amiga, la Sheinbaum; aunque después recularan.

Así pues, surgió Norma Piña, flamante ministra con trayectoria jurídica y autonomía de votos. En el otro tribunal, el Federal de Justicia Administrativa, se eligió a Guillermo Valls, en contra de la voluntad del presidente saliente, Rafael Anzures, y luego de que se quedó en el camino la iniciativa de reforma legislativa que tenía los dados cargados para la candidata de la 4T y consentida de Raquel Buenrostro, la magistrada Natalia Téllez.

El caso es que, cuando pensábamos que ésas eran las dos noticias de la semana, ¡tómala!, se dejó caer todo el peso de la ley y lluvias de balas en Sinaloa. Se recapturó a Ovidio Guzmán López, uno de los hijos del Chapo, exalumno de los Legionarios de Cristo y compañero del hijo de Alfonso Durazo. Afortunadamente, se regularizó la mayoría de los vuelos interrumpidos por el zafarrancho de la detención en Sinaloa y los Reyes Magos pudieron aterrizar con sus tradicionales roscas, como la rosca gigante de torta ahogada de Zapotlanejo, Jalisco, rellena de carnitas y bañada en salsa. Esperamos que el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, la haya disfrutado y no se atragante este 2023 como le pasó en diciembre con el éxito de la FIL Guadalajara.

¿Qué nos depara, entonces, un 2023 tan acelerado?

Lo natural para nosotros, politizados en extremo y con la atención puesta en el final del sexenio, es pensar en las elecciones estatales del Edomex y Coahuila, cuyo banderazo de arranque se dio a fines del año pasado.

Parece que los astros se comienzan a alinear en el Estado de México, al menos formalmente. En un extremo del ring, la retadora y delincuente electoral, Delfina Gómez, nombró como su coach a Horacio Duarte, y a Higinio Hernández como su aguador. En la otra punta, la defensora del título, Alejandra del Moral, convenció al góber de ponerse de acuerdo, por fin, con Alitoel usurpador, para sumar a la siempre ganadora en sus elecciones, Ana Lilia Herrera, a la campaña como delegada del otrora partidazo en la entidad. El pronóstico de la elección aún es reservado, pero mis fuentes me aseguran que el escenario será competitivo; la lucha será a tres caídas.

En Coahuila, en cambio, la unidad al seno del PRI del gobernador saliente y silente, Miguel Ángel Riquelme, y su ex, Rubén Moreira, no ha sido puesta en duda (si nos olvidamos por un momento del otro Moreira, Humberto, y sus vaivenes de coqueteo a Morena). Ha sido la resistencia al interior del partido oficial de Ricardo Mejía, el flamante subse de Seguridad, que se debe haber enterado del operativo en Sinaloa por las noticias, lo que divide al movimiento guinda, porque, por más que aceptó las reglas para elegir candidato a gobernador, refunfuña y refunfuña ante el triunfo por la nominación del aún senador Armando Guadiana, quien de regalo de Reyes le dio carbón a Mejía. El pronóstico es reservado, pero la coalición tiene las de ganar si se prolonga el conflicto.

Para cerrar los temas electorales, tras la renovación de los Ejecutivos estatales, vendrá el momento en el que reciclará una corcholata y se tirarán las dos que sobren. La regenta Claudia Sheinbaum, el canciller Marcelo Ebrard y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López.

Ahora bien, la regenta volvió a ser la nota negativa por el accidente de la L3 del Metro, que deja muertos bajo su administración gracias al austericidio presupuestal que su administración decidió imponer, sin importarles que la falta de mantenimiento podría costar vidas de los usuarios.

Ella no sólo andaba haciendo campaña ilegal por ser anticipada, sino que se defiende atacando a quienes denuncian y la culpan, con razón, por el accidente. Así pues, ya debería renunciar a su cargo y dejar de hacerse la víctima cuando ella no sólo no cumple con la ley electoral, sino que no le dio mantenimiento al Metro.

Ah, y cómo dejar de mencionar el plan B de la reforma electoral, encajonada en el escritorio de Ricardo Monreal. Pues en radiopasillo se dice que el proceso electoral presidencial se puede retrasar dos meses y, en lugar de comenzar en septiembre, se iría hasta el Día de Muertos. ¡Quihúboles!

Así pues, mientras esperamos estos desenlaces, el ámbito laboral también tendrá sus momentos. En mayo próximo vence el término para que los contratos colectivos de trabajo sean legitimados según la vigente ley laboral, quizás el único cambio real de la anunciada transformación.

¿Qué significa esto?

Agárrense, tomen su chocolatito y el pedacito de rosca que tienen guardado en el cajón, chopéenlo y sigan leyendo: más de 200 mil sindicatos blancos o de protección, aquellos que los empresarios compraban en las centrales sindicales, tendrán que consultar con sus bases sus contratos colectivos. Desaparecerán algunos sindicatos, surgirán otros nuevos y los dirigentes sindicales del régimen de la 4T o neocorporativos, como el monrealista Pedro Haces, o el senador favorito de Luisa María Alcalde, Napoleón Gómez Urrutia, irán de pesca para ver cuántos de esos contratos los hacen suyos. No somos iguales, pero nos parecemos, dirían en las mañaneras…

También esperamos, en el curso del año, el desenlace de dos disputas en el marco del T-MEC, México contra el maíz transgénico y Estados Unidos contra la política energética mexicana. Parece que el round en los paneles del T-MEC sobre las reglas de origen en la industria automotriz ha salido favorable hacia México y Canadá; esperamos que concluya en ese sentido. Éstos serán temas formales o informales esta misma semana.

El AIFA se ha vestido de gala para recibir a los mandatarios que participan hoy y mañana en la décima Cumbre de Líderes de América del Norte. Ahora bien, no sabemos si la muerte del Neto y la recaptura de Ovidio sólo fueron una coincidencia o fue un preámbulo calculado para darle realce a la cumbre, lo que sí estoy segura es que el presidente Biden y el ministro Trudeau están advertidos por sus equipos de que los discursos de AMLO son largos y pausados.

Así comienza 2023. Será agitado, no tendremos motivo para el tedio. ¡Les deseo lo mejor y gracias por seguirme leyendo!

PD. Ah, y veremos si, por una lana, la 4T convierte formalmente al criminal confeso y vulgar mentiroso Emilio Lozoya del ícono de la corrupción con EPN, en el ícono de la impunidad con López Obrador, dándose así un balazo en el pie a su discurso contra la impunidad y la corrupción.

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La columna se publicó originalmente en El Financiero reproducida aquí con permiso de la autora.

Lourdes Mendoza Peñaloza es una periodista mexicana especializada en finanzas, política y sociales, con más de 20 años de experiencia en medios electrónicos, impresos, radio y televisión.

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