BUENOS AIRES. Alrededor de 36 mil viviendas se han quedado sin suministro eléctrico a causa de un incendio registrado en una subestación en el barrio de Caballito, en Buenos Aires, suceso que se saldó sin víctimas.
El incendio tuvo lugar por causas que se desconocen en una subestación de la empresa eléctrica Edesur en la avenida José María Moreno, a donde se han desplazado los bomberos para intentar contener las llamas.
“Los bomberos están trabajando en el incendio que se produjo en nuestra subestación de Caballito. Una vez controlada la situación, vamos a poder evaluar los daños”, afirmó Edesur a través de su cuenta en la red social X.
La empresa ha indicado que unos 36 mil hogares se han quedado sin suministro, que podría no ser retomado en varias horas, según ha recogido la agencia estatal argentina de noticias, Télam. Varios edificios de la zona han sido evacuados por precaución.
Argentina batallaba en los últimos días para extinguir un incendio en los bosques nativos donde más de seis mil hectáreas fueron consumidas por un incendio en la región de la Patagonia en el sur de Argentina, en tanto bomberos combaten otro foco en una importante reserva natural cercana a la villa turística de Bariloche, reportaron este martes autoridades.
Argentina soportó una ola de calor entre el 21 y el 31 de enero, mientras que la capital chilena, Santiago, informó el 31 de enero su tercera temperatura más alta jamás registrada, superando los 37C.
Una vez controlada la emergencia forestal, Chile por su parte, enfrenta el desafío de la reconstrucción de las zonas de Valparaíso arrasadas por los incendios que dejaron 131 muertos.
Un alto número de víctimas vivían en asentamientos irregulares.
El 2 de febrero, en pleno verano austral con temperaturas cercanas a los 40°C, incendios simultáneos barrieron los cerros de Valparaíso, donde vivían miles de personas en terrenos no autorizados.
Los bomberos tardaron cinco días en controlar las quemas más mortíferas de la historia reciente en Chile. Sin un plan de reubicación, los pobladores están reinstalándose en las áreas devastadas. Los cerros de Viña del Mar, epicentro de la tragedia, están sobrepoblados. Por décadas, miles de personas se han alojado en casas de madera que ardieron en minutos y contribuyeron a propagar el fuego.
Los bomberos no pudieron llegar a varios puntos por la falta de vías o quedaron atascados en sus máquinas en los estrechos accesos, en cuyos márgenes quedaron hileras de vehículos chamuscados.
Para Miguel Castillo, de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Chile, reconstruir esos barrios sería una “irresponsabilidad”. “Se está condenando a la gente nuevamente a la muerte de aquí a un tiempo que solo la naturaleza sabrá”, asegura el académico.
Pero ante la falta de alternativas para reubicar a miles de familias, sería necesario por lo menos levantar casas de hormigón o cemento y regularizar los asentamientos para dotarlos de servicios.
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