Ciudad de México.- La debacle electoral del Partido Acción Nacional (PAN) el 2 de junio fue también una “derrota cultural” ante la izquierda como consecuencia de su mezquindad, simulación, desorden y crisis de identidad, así como la corrupción y traición de militantes, reconoce la comisión oficial de análisis sobre la elección de 2024, que propone una nueva narrativa, asesorada entre otros por el historiador Enrique Krauze, que incluye “divorciarse” del PRI y asumirse como “la resistencia” ante la Cuarta Transformación.
Las conclusiones preliminares de la Comisión Especial para el Estudio y Propuestas de Cambio, creada por el Consejo Nacional del PAN y a las que tuvo acceso SinEmbargo, admiten la crisis interna por la contundente derrota, pero omite las responsabilidades de la dirigencia nacional encabezada por Marko Cortés, de candidatos como Xóchitl Gálvez y de los grupos que controlan a este partido —“este ejercicio busca encontrar soluciones, no culpables”—, que son los mismos que perfilan la imposición como presidente, en la elección del 10 de noviembre, a Jorge Romero Herrera, jefe del Cártel Inmobiliario de la Ciudad de México.
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Con una rival testimonial, la tlaxcalteca Adriana Dávila, Romero Herrera encabeza una planilla integrada por candidatos que fueron derrotados en las elecciones de junio, como Santiago Taboada (Ciudad de México), Eduardo Rivera Pérez (Puebla) y Hernán Barrera (Yucatán), pero que pertenecen a las facciones hegemónicas que lidera Santiago Creel, mentor político también de Cortés y del presidente la comisión de análisis sobre la debacle del PAN, Julio Castillo López.
Las campañas de las y los aspirantes a suceder a Marko Cortés en la dirigencia del PAN serán realizadas a través del 60 por ciento de los tiempos de radio y televisión que tiene el partido. Además, se llevará a cabo un debate entre los candidatos en octubre.
Aunque el documento de esta comisión describe un sombrío panorama del PAN, cuyo derrumbe electoral admite que “inició y ha sido permanente desde el 2003”, Castillo López —hijo del prócer Carlos Castillo Peraza que murió tras renunciar a ese partido— minimiza la crisis y ve un futuro promisorio con la implementación del plan que propondrá la comisión que preside, ajena a la elección de noviembre.
—¿Qué se juega el PAN, a 85 años de fundado, en la elección de noviembre?
El ajo hasta el final
—Nada, el PAN es una institución con procesos y tiempos específicos. La renovación de su dirigencia es un proceso estatutario que se cumplirá y el PAN, al ser una institución firme y formal, no depende de un liderazgo. Ahora sí que, como diría mi padre, ‘el PAN no es cola de caudillo’.”
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—En un partido las personas, los liderazgos importan. ¿Puede haber un cambio de fondo con Jorge Romero y los mismos grupos que controlan desde hace al menos 15 años la estructura del PAN?
—El cambio de fondo lo habrá quede quien quede en la dirigencia, ya que es un proceso paralelo a la elección. Las labores propias de la Comisión para el Estudio y Propuestas de Cambio para el Partido Acción Nacional no están relacionadas de ninguna forma con el proceso de selección de las nuevas dirigencias, y allende los resultados de las elecciones internas, el diagnóstico y las propuestas de cambio que se aprueben por la comisión, deben ser asumidos por las dirigencias entrantes.
En contraste, Manuel Gómez Morin, el nieto del fundador del partido que lleva el mismo nombre, asegura que el proceso interno y la propia comisión de análisis es sólo “simulación” porque él, que es uno de los 34 integrantes, ni siquiera ha sido tomado en cuenta y da por hecho que Romero Herrera será impuesto como sucesor de Cortés para que el PAN siga siendo un negocio y él sea el candidato presidencial en 2024, igual que lo hizo Ricardo Anaya en 2018.
Al frente de un movimiento de militantes que amenazan con renunciar al PAN si los grupos internos no cancelan el proceso interno y se crea una dirigencia para renovarlo —“O dejan el partido o nos vamos”—, Gómez Morin prácticamente da por hecho que se va y que este partido va a la extinción si se impone como presidente Romero Herrera.
“Lo que mal empieza, mal acaba. Veo muy difícil que una presidencia bajo Jorge Romero pueda implicar un cambio de rumbo, todo lo contrario”, afirma el nieto del fundador, quien recuerda que este personaje, diputado federal por tercera vez consecutiva, se apoderó del PAN de la Ciudad de México y ahora el del país para consumar su proyecto presidencial.
—¿Y si eso así, ¿cuál es el futuro del PAN?
—El PAN fue constituido al margen de proyectos personales, y lo que ha sucedido desde hace tiempo es que se puso al servicio de proyectos específicos. El más reciente fue el de Ricardo Anaya a la Presidencia de la República. Hacia el 2024 no tengo claro a qué proyecto sirvió. Creel quiso ser y eso me hace pensar que el PAN tuvo como proyecto eso. Lo mismo Jorge Romero: Están haciendo exactamente lo mismo: Que el PAN funcione para un proyecto con Jorge Romero a la Presidencia de la República en el 2030. En ese sentido, no creo que haya ningún cambio. El partido se concibe como una institución al meten de proyectos y ya ni siquiera es una institución, sino un instrumento que sirve a determinados proyectos.
—Y si son los mismos y tienen ese proyecto, ¿cuál es lo que puede preverse como desenlace?
—Por lo pronto habrá que ver si el PAN sobrevive al 2027. Yo lo veo complicado, porque tengo claro que Morena no va a repetir el error que cometió en el 2021, cuando perdió muchísimos distritos electorales, gobiernos municipales y se le complicó mucho. No lo van permitir para el 2027, y eso obviamente eso va implicar ponerle un alto categórico a Acción Nacional y al PRI. El PRI ya sabemos por qué ruta va. Primero habrá que ver si el PAN supera esa primera estación del 2027 y de cara al 2030 va a estar todo muy cuesta arriba. Entonces los que veo un PAN que funcionará, en el mejor de los casos, como el Verde Ecologista o Movimiento Ciudadano, que son modelo de negocios que reciben dinero del erario, que tienen acceso a una serie de cuadros de gobierno, a diputaciones, etcétera, y lo único que hacen es administrar eso y tener un grupo que controla al partido en función de los intereses de ese grupo y tendiendo una militancia casi de papel que no tiene actividad en el partido propiamente dicho, más allá de cumplir con el requisito de mantener el registro. Eso es lo que preveo para Acción Nacional.
Para conseguir ser aspirante a la contienda interna, Jorge Romero deberá presentar un proyecto de trabajo para el partido y 30 mil 298 firmas de apoyo de militantes, las cuales no podrá exceder más del cinco por ciento del Listado Nominal de una misma entidad, o 114 firmas de los consejeros nacionales.
Y sí: La propia comisión de análisis del PAN, que preside Castillo López, describe a este partido mezquino, inepto y caótico para tener una estructura nacional —funciona sólo el 20 por ciento de los comités municipales— y hasta enviar un simple correo electrónico.
Aunque el documento de la comisión especial sobre la derrota del PAN elaborado por Castillo López es preliminar, dividido en los bloques de análisis y propuestas de mejora, es muy poco alentador, tanto como los informes de las comisiones de “reflexión” tras las derrotas de 2009 y 2012:
“Para empezar, es curioso reconocer que los principales problemas provienen del desorden y de la mezquindad, y es curioso porque en el lema de la institución se incluyen las palabras orden y generosidad. Desde repetidas expresiones como ‘me tocaba’ o ‘el PAN está en deuda conmigo’, y hasta declaraciones tan mezquinas como ‘no ha habido un solo buen legislador desde que yo no estoy en la Cámara’, escuchar a la militancia te deja claro que muchos de los problemas tienen que ver con la participación interna y las dinámicas propias de la institución. El desorden es una característica presente en todas las estructuras que se analizaron, desde las campañas y hasta las oficinas, en todos los niveles”.
Agrega el documento: “Es muy alto el nivel de simulación, de falta de profesionalismo, de falta de perfiles y de falta de viabilidad para lograr cualquier cosa. Todo es complicado, burocrático y lento, prueba de ello es que ha sido un verdadero calvario mandar un correo o convocar a los militantes, organizar una rueda de prensa o simplemente convocar medios de comunicación, y ni hablar de organizar un evento o enfrentar un proceso electoral, la falta de capacidad de responder a situaciones comunes es clara y preocupante”.
La estructura del PAN es también raquítica en el país e impera la indiferencia:
“Los comités municipales, que son alrededor de 1,200 en el país y que en los hechos sólo funcionan bien como el 20%… Hay una crisis con los comités en los municipios y aunque hay algunos que son francamente admirables y llegan a funcionar mejor que los estatales, la mayoría están cerrados y son simplemente un espacio ficticio en donde no se hace partido, no se hace comunidad y rara vez se hace algo”.
Un tema controvertido en el PAN ha sido el padrón controlado por grupos que, de esa manera, aseguran dirigentes y candidaturas —“los padroneros”—, pero para el informe de la comisión de análisis y reflexión de ese no es algo relevante, porque precisamente son los que respaldan a Jorge Romero.
“Muchos panistas mayores están convencidos de que la solución a todos los problemas del PAN es ‘eliminar’ a los ‘padroneros’ y que todo se defina en procesos democráticos internos con participación de toda la militancia. Otros muchos panistas están convencidos de que todo se resuelve abriendo el padrón y fomentando la afiliación. Cuando se analiza el problema en su profundidad, las posiciones mencionadas son contradictorias y aunque tienen un grado de realidad, también es imposible creer que una solución así sea viable”.
Añade el documento sobre “los padroneros” del PAN: “Por otro lado, si todos los cargos y candidaturas se eligen exclusivamente por votos internos, el mayor incentivo para alguien que quiera ser candidato o dirigente es precisamente afiliar a personas y volverse ‘padronero’. Esto, aunque es debatible lo que diré, no es algo nuevo. Antes las familias grandes funcionaban como el filtro a quien gana o pierde una interna, de hecho, hay muchos municipios donde sigue siendo así, donde el principal ‘padronero’ es una familia que pueden definir el rumbo de una interna. Obviamente, desde el inicio de siglo esto cambió y los ‘padroneros’ se convirtieron en grupos internos con la capacidad de atraer nuevos militantes y con ello definir las dirigencias y candidaturas. No nos debe asustar la llegada de nuevos militantes, pero la queja rara vez es porque sean nuevos, es porque no tienen participación alguna y es exclusivamente en las elecciones internas cuando se aparecen a inclinar la balanza. Esto se resuelve con la cartilla del militante que ya está aprobada, ya que condicionaría la participación en votación a la participación en actividades, sin embargo, el problema es mucho más de fondo que eso”.
Los “padroneros” son, en todo caso, parte de los múltiples problemas del PAN, enumera el documento que alude a las reuniones en que se han expresado panistas:
“El tema del padrón y de ‘los padroneros’, el tema de las personas que cumplen dobles funciones y no se da abasto (‘multicachuchismo’), el tema de la falta de utilidad de muchos de los comités municipales, de la repetición de perfiles, de áreas que están abandonadas, de incentivos perversos, de la falta de coordinación entre gobiernos y partido, y de la falta de comunidad están presentes en todas las escuchas. En materia de imagen y narrativa es claro que el constante ataque y las definiciones que nos han puesto, desde el gobierno con toda la fuerza de su comunicación, la falta de voceros y las alianzas electorales nos han desdibujado frente a los mexicanos y aunque nuestros valores, como se dijo anteriormente, son compartidos por la mayoría de los ciudadanos, no son reconocidos actualmente como parte de la esencia del PAN”.
Uno de los problemas principales del PAN, según el documento citado, es que hay numerosos militantes que se dedican a boicotear las decisiones del partido: “Tenemos estados en donde el padrón, por traiciones y por divisiones internas, no es de panistas, es de morenistas, priistas o emecistas, pero como no militan oficialmente en sus nuevos partidos no se les puede expulsar”.
Más aún: “Lo mismo pasa con los casos de corrupción de funcionarios emanados del PAN que si no son sentenciados oficialmente no se les puede expulsar. Hay casos muy conocidos que atendió la comisión de anticorrupción del Consejo Nacional y que devinieron en expulsiones, y después se tuvo que restituir a los corruptos porque al no tener sentencia judicial no se puede acusar de corrupción”.
En la parte de las propuestas de la comisión de análisis del PAN se plantea una nueva narrativa hacia la sociedad, construida entre otros por Enrique Krauze, director de la revista Letras libres, y José Antonio Lozano Diez, presidente de la Junta de Gobierno de la Universidad Panamericana de la congregación católica Opus Dei, de la que fue rector.
“La construcción de una nueva narrativa tiene mucho que ver con una crisis de identidad que nos obliga a definir nuestro propósito y nuestra cultura. Nuestros valores deberían ser claros para todo panista, pero no lo son y eso ha tenido un precio en nuestra imagen”.
Y es que los “constantes ataques desde la presidencia” y las alianzas con el PRI y el PRD han desdibujado al PAN, admite Castillo López, “y eso sumado a candidatos que no defienden claramente y sin tapujos la identidad” de ese partido.
Por ello, recurrió a estudios de opinión y a la consulta de expertos para la nueva narrativa del PAN.
“Además de los estudios mencionados al inicio del escrito, he tenido el honor de reunirme con grandes académicos e historiadores como José Antonio Lozano Diez y Enrique Krauze, entre muchos otros, y con la información reunida, con nuestra identidad clara y con la coyuntura actual, se ha delineado una nueva narrativa para el PAN”.
En la nueva narrativa del PAN no se trata de reformar nada, porque tiene muy clara ideología que coincide con el mexicano que quiere superarse y crecer.
“En otro aspecto narrativo, México es profundamente antisistémico y la gran ironía del 2024 es que López Obrador se logró vender como un proyecto antisistema, a pesar de ser quien encabezaba el sistema. Por eso, usar expresiones como las que ya estamos usando en el poder legislativo, como ‘somos la resistencia’, es crucial en nuestro posicionamiento público. Además, es importante vincular al gobierno y a Morena a las palabras: sistema, oficialismo y gobierno, y dejar de definirlos en los términos que ellos se definen, porque eso ha sido nuestra derrota cultural. No son la ‘4T’, son el gobierno corrupto e inepto que ya fracasó en sus resultados”.
El dirigente del PAN Marko Cortés y el Diputado Jorge Romero. Foto: Facebook.
El documento de la comisión de análisis del PAN, elaborado por Castillo López, plantea que la nueva narrativa debe separarse del PRI:
“Otro aspecto narrativo crucial es divorciarnos de la imagen cercana al PRI. Con esto no quiero decir que no haya alianzas (eso no me corresponde definirlo), lo que quiero decir es que el PAN se debe definir por lo que es. Fuimos la única oposición del PRI autoritario de antes y somos la principal oposición del gobierno autoritario de hoy. Nosotros tenemos una historia de oposición y hasta personajes como Daniel Cosío Villegas nos definieron como la única oposición al PRI en el México de la dictadura perfecta. Esto se debe aplicar en toda narrativa de todo el PAN: partido, gobierno y legisladores”.
Es un hecho que el sucesor de Marko Cortés en la presidencia del PAN será Jorge Romero Herrera, uno de los líderes “padroneros” de ese partido y el artífice de votar en la Cámara de Diputados en contra de los programa sociales en la Constitución, en marzo de 2020.
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