Redacción El Coahuilense
Con una asistencia que concentró a la élite política, económica y a los representantes de la sociedad civil, el alcalde de Saltillo, José María Fraustro Siller, rindió ayer su último informe de gobierno, a 15 días de concluir su gestión.
Dicen que ser alcalde de capital, especialmente cuando se es del mismo partido que el gobernador, deviene posición difícil para la proyección política personal. Quizás por un desinterés en ese tipo de proyección, el proceso político de cierre resultó terso, aun sin que se haya abierto la posibilidad de reelección.
Al evento, a diferencia del acto homólogo en Torreón, asistió el gobernador Manolo Jiménez, quien felicitó lo realizado por el munícipe y destacó las bondades de la capital coahuilense en donde él mismo fue presidente municipal antes de Fraustro.
El mandatario estatal estuvo de buen humor, bromista, y Fraustro, por su parte, lo llamó aliado incondicional, al agradecer su respaldo al municipio y atribuir al gobernador los logros en obras y programas.
En el círculo rojo se generó la expectativa sobre una eventual incorporación del aún alcalde al gobierno del estado, una vez que quedaron atrás los polvos de aquellos lodos de 2022 que los distanciaron.
Sigue la reforma electoral
Como anticipó esta columna, la reforma al Poder Judicial y las leyes reglamentarias locales para armonizar con las disposiciones federales, avanzarían antes del 24 de diciembre y, por ahora, la reforma madre ha quedado planchada con los ayuntamientos que aprobaron los cambios a la Constitución del Estado.
Ayer, el gobernador Manolo Jiménez Salinas, envió la iniciativa de Reforma a la Ley de Medios de Impugnación en Materia Político-Electoral y Participación Ciudadana, misma que esta mañana será dictaminada en la Comisión de Gobernación, Puntos Constitucionales y Justicia, para su envío al pleno el próximo jueves.
En dicha comisión no se proyecta ningún escollo para la aprobación, por lo que, una vez más, algunas reservas podrían presentarse en la discusión del pleno aunque, naturalmente, sin riesgo de rechazo.
Y a seguirle. Tras la sesión del jueves, el Congreso trabajará el viernes y en el arranque de semana pues hay que aprobar el presupuesto.
Tensión en Morena
Más que la aprobación o la oposición a proyectos del Ejecutivo, la bancada morenista está una vez más del chongo, arrancándose las barbas y rompiéndose la mascada. Está en juego la coordinación del grupo parlamentario así como la presidencia de la Mesa Directiva que tocará a Morena este 2025.
Como viene ocurriendo desde el principio de la Legislatura, dos grupos están en abierta confrontación: de un lado, Alberto Hurtado y Delia Hernández Alvarado; del otro lado, Antonio Attolini y Magaly Hernández Aguirre.
Como son cinco, Luis Jaime Ponce sería la bisagra pero lo tiene bien apergollado Magaly Hernández, pues Salvador Ponce, un hermano del legislador, cobra como avia… asesor, con 20 mil pesitos mensuales libres.
La disputa se da entre Attolini y Delia Hernández, pues ambos pretenden la mesa directiva, mientras que Magaly Hernández aspira a continuar con la coordinación del grupo guinda. Alberto Hurtado se descartó para alguna de las dos, así que, aun apoyando a Delia, los números son favorables al lagunero y a la profesora.
Hurtado en el bacheo
Para los observadores de lo que ocurre en Morena, no es extraño que Alberto Hurtado se haya descartado de cualquier aspiración por la Mesa Directiva o la coordinación parlamentaria, pues trae muy clara su ruta que no es la burocracia legislativa.
El “joven de Morena” ha mantenido todo el año sus programas de “Mercaditos sobre Ruedas” y “Autobús de la Salud” que, secreto a voces, han sido replicados por Gabriel Elizondo en Mejora, quizás bajo la presión de ciertos cuadros que desde el frente oficialista desesperan por el activismo del morenista.
Hoy Hurtado inicia un programa de bacheo y limpieza de espacios públicos. Quizás sea la primera vez que, en Saltillo, un legislador de oposición realiza tareas que corresponden al municipio y con sus propios recursos. Habrá qué ver las reacciones.
Impunidad en la Sección 35
Ha pasado un año y medio desde que el dirigente de la magisterial Sección 35, Arturo Díaz González, interpuso las denuncias por el desfalco de unos 100 millones de pesos de las arcas sindicales, la mayor parte de esos recursos, ahorros o prestaciones de profesores.
Aquella vez, en agosto de 2023, no había fondos para pagar el ahorro de los maestros, estaban vencidos los créditos de nómina y algunas prestaciones adicionales se esfumaron antes de entregárselas a los agremiados.
Debió peregrinar Arturo Díaz, tocar la puerta del comité nacional, de la SEP federal así como del gobierno del estado para juntar los fondos.
Nada se sabe de Jorge Fernando Mora Garza, el exdirigente seccional al que se le atribuye la responsabilidad por el saqueo. La Fiscalía General de Justicia, bajo Gerardo Márquez, encajonó el asunto y se lo heredó al nuevo titular, Federico Fernández Montañez.
Ayer, Díaz González rindió su informe y aclaró que no se trata de una cacería de brujas, sino de buscar justicia, se reintegre el dinero y que los delitos no queden impunes.
La justificación del profesor parece relacionarse con ciertas grillas en la base que le imputan perseguir a sus antecesores.
Como quiera que sea y más allá de las grillas, este año sí se entregó el ahorro y no hay pendientes con el magisterio lagunero. Falta ver cómo anda lo de los créditos de nómina.
Dobles plazas
Por cierto, en el Congreso local, Magaly Hernández (Morena) y Álvaro Moreira (PRI) proceden del magisterio y no ha faltado quién diga en el círculo rojo que, siendo tan noble el oficio de enseñar, pero tan noble, ambos han de estar cobrando como comisionados y legisladores.
Y pues nada, que no, que Magaly Hernández, quien tiene larga carrera frente a grupo, solicitó un permiso sin goce de sueldo desde hace un año, cuando estaba por asumir la curul.
Pero en el caso de Álvaro, se dice, mantiene la comisión y ya hasta anda próximo a jubilarse sin que nadie recuerde si alguna vez estuvo frente a grupo ni se sepa a cuánto ascienden el integrado de su chamba de comisionado y la de legislador. Así, muy vivillo.
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