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Ciudad de México.- El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ofreció amor y paz a la Iglesia y aseguró que “hay mano negra” de sus adversarios, quienes están detrás de las críticas que los sacerdotes han hecho a su estrategia de seguridad que se basa en los abrazos, no balazos.
“Los adversarios nuestros como no han podido imponerse, ahora están queriendo que nosotros entremos a una polémica con la Iglesia, no; hablando de lo mismo: ¡Amor y paz!”, declaró este lunes en su conferencia de prensa matutina en el salón Tesorería de Palacio Nacional.
“Nos identificamos muy bien con el Papa Francisco, y también tenemos muy buenas relaciones con pastores, con ministros de otras iglesias, pero ya estoy viendo la mano negra de los conservadores que quieren ahora echarnos encima a las iglesias”, puntualizó el mandatario.
Hace unos días, tras el asesinato de dos sacerdotes jesuitas en Chihuahua, el padre Javier Ávila, quien ofició la misa de cuerpo presente, pidió al presidente que revise su proyecto de seguridad pública ya que no va bien y “los abrazos ya no nos alcanzan para cubrir los balazos”.
Por su parte, el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Ramón Castro Castro, tachó la estrategia como demagogia e incluso complicidad porque “nunca será lícito ni legal que la autoridad civil claudique de su responsabilidad en materia de seguridad y paz social”.
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