Redacción El Coahuilense
CDMX.- Los despidos anunciados por empleadores estadounidenses aumentaron a niveles no vistos desde las últimas dos recesiones, ofreciendo la señal más clara hasta ahora del costo que han tenido en el mercado laboral las políticas del gobierno del presidente Donald Trump.
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La firma global de colocación laboral Challenger, Gray & Christmas indicó que los recortes de empleo planeados aumentaron un 245 por ciento a 172 mil 17 el mes pasado, el nivel más alto desde julio de 2020, cuando la economía estaba en las garras de la pandemia de COVID-19. Fue el total más alto para febrero desde la Gran Recesión hace 16 años.
El gobierno representó la mayor parte de los despidos. Challenger hizo un seguimiento de 62 mil 242 recortes de empleo anunciados por el gobierno federal en 17 agencias diferentes.
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El gobierno ha despedido a unos 62 mil 530 trabajadores en los primeros dos meses del año, un enorme aumento del 41.311 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2024.
“Cuando se producen despidos masivos, el personal restante suele sentirse incómodo e inseguro”, dijo Andrew Challenger, vicepresidente sénior de Challenger, Gray & Christmas. “La probabilidad de que muchos más trabajadores se vayan voluntariamente es alta”.
El Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) del multimillonario tecnológico Elon Musk está blandiendo el hacha sobre el gasto público, un ejercicio que ha resultado en congelamientos de fondos, profundos recortes de gastos y la purga de miles de trabajadores del gobierno federal, incluidos científicos y guardabosques.
Trump ha dicho que el gobierno federal es inflado y derrochador. La semana pasada, un juez federal impidió temporalmente que la administración Trump ordenara al Departamento de Defensa y a otras agencias federales que llevaran a cabo despidos masivos de miles de empleados recientemente contratados.
Los contratistas del gobierno federal también se han visto atrapados en el fuego cruzado de DOGE, extendiendo las pérdidas de empleos al sector privado. Los aranceles ya implementados o amenazados por la Casa Blanca también contribuyeron a que las empresas enviaran trabajadores a casa el mes pasado.
Challenger dijo que el “impacto DOGE” encabezó las razones de los recortes de empleo y fue culpado por 63 mil 583 despidos, vinculados directamente tanto a la fuerza laboral federal como a los contratistas.
Los efectos secundarios de DOGE, como la pérdida de financiación para organizaciones sin fines de lucro privadas, explicaron otros 894 recortes de empleo anunciados. La mayoría de los despidos federales se han producido en Washington DC, que ha perdido 61 mil 795 puestos de trabajo en lo que va de año, en comparación con solo 60 en 2024.
Fuera del gobierno, hubo recortes de empleo en los sectores minorista, tecnológico, de servicios y de productos de consumo. No se espera que los despidos del gobierno federal aparezcan en el informe de empleo de febrero, cuya publicación está prevista para el viernes, ya que las purgas se produjeron fuera de la semana de la encuesta.
Pero la congelación de las contrataciones y de la financiación podría tener un impacto en el empleo en el gobierno y en los contratistas. Las nóminas no agrícolas probablemente aumentaron en 160 mil puestos de trabajo tras aumentar en 143 mil en enero, según mostró un sondeo de Reuters entre economistas. Se prevé que la tasa de desempleo se mantenga sin cambios en 4.0 por ciento.
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