Calar a la presidenta

junio 29, 2024
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Por Arturo Rodríguez García

En el presidencialismo mexicano hay algunas presiones que se repiten al iniciar un gobierno: calar al presidente, es decir, ponerlo a prueba mediante una acción pública o discreta. De eso depende en buena medida cómo procederán los grupos o actores de poder en su relación sexenal.

El asunto me lo explicó hace 12 años Enrique Krauze, en el contexto de la caída de Elba Esther Gordillo, quien apenas tres meses antes de su detención, en febrero de 2013, había enseñado el músculo en Congreso Nacional, al pronunciarse en contra de la Reforma Educativa. Y lo hizo a partir de una anécdota.

En 1946, apenas iniciando Miguel Alemán su período, el sindicato petrolero se fue a paro con los despachadores de gasolineras. La acción paralizó al país y, en respuesta, el presidente Alemán envió al Ejército, cuyos efectivos se improvisaron despachadores. El líder petrolero levantó el paro y, en una comida de reconciliación se le ocurrió decirle al presidente: si nomás lo estábamos calando, señor presidente.

El mandatario habría respondido: “pues ya me calaron, hijos de la chingada”.

En cada oportunidad, hay alguien que cede a lo que Krauze llama “la tentación de estar calando al presidente”.

Claro está que hablamos del presidencialismo en su dimensión hegemónica (no muy diferente a la de hoy, por cierto) y de las tentaciones que devinieron en el proceso represivo. Así que tomando salvaguardas históricas y contextuales, los reclamos de Gerardo Fernández Noroña, pasan ya como un calado.

Hay que decir que Fernández Noroña tiene una extraordinaria habilidad argumentativa y de eso podemos advertir que parece asistirle la razón. El presidente López Obrador lo ha excluido, ninguneado e ignorado en diversos momentos; ha aguantado en la autonombrada “cuarta transformación” pese a desplantes y majaderías; se ha batido en tribunas desde hace décadas.

La semana que termina, Fernández Noroña acaparó el reflector público por dos motivos: ser una de las primeras voces que recrimina a López Obrador, a unas semanas de su partida, inaugurando lo que posiblemente sea el futuro en la discusión pública, inclusive interna. Lo otro, reclamar lo que considera injusto, no mediante el arreglo que se da en la confianza y la proximidad, sino con la estridencia que le es propia, en la tribuna pública, a la próxima presidenta.

Claudia Sheinbaum, conciliadora, lo recibió y le hizo una oferta que es desconocida. Fernández Noroña hizo público que hay un ofrecimiento sobre el que no quiso hablar ni decidir aún. Y quizás ahí está el punto de inflexión:

En estos tiempos la cuestión natural es ¿hay quien se atreva a decirle no a la presidenta? ¿Hay consecuencias por revelar un acuerdo privado? Si existe un ánimo de conciliación de ella hacia el inconforme, aplazar respuesta hace pensar en un calado. 

No creo que vaya a ser el primero ni el más relevante, pero sí que esta historia en desarrollo es de las que marcarán el estilo personal de gobernar.

Ascenso y caída de la reina de la anestesia

Samantha Bárcenas Pacheco no es una desconocida en el mundo de los negocios y la salud. Desde muy joven creció junto con su esposo, Adrián Cervantes Covarrubias, miembro de la influyente familia propietaria del Grupo Vitalmex que se ha consolidado como uno de los principales proveedores de servicios de salud en el país. 

Sin embargo, su éxito no ha estado exento de escándalos, el grupo está ligado a la trama del llamado «Cartel de la Sangre», en el que diversas firmas se coludieron para monopolizar los servicios de laboratorio y banco de sangre en los Institutos de Salud. 

Dentro del sector se dice que Bárcenas Pacheco tejió un tinglado empresarial y actuó en licitaciones con empresas espejo. Su nombre aparece en al menos 11 razones sociales, incluida Biossman, que integran Medicus, Nnuver, Avannlab y Casa Plarre. Si fallaba una, ganaba la otra. 

Y así sucedió en una licitación que se disputaba esta expareja, en donde CBH+ Especialistas en Innovación Médica, quien tiene como representante y administradora única a Samantha Bárcenas, se adjudicó un contrato por hasta 3 mil 984 millones de pesos para el servicio médico integral de anestesia 2023-2025. Mismo que incumplió.

Los retrasos en la prestación del servicio han causado perjuicios y detrimentos graves “Toda vez que no se cuenta con el equipo médico de vanguardia, tampoco se cuenta con máquinas de anestesia y monitores de signos vitales de respaldo, aunado a ello, no está garantizado el abasto al 100% de los bienes de consumo y medicamentos requeridos en la Convocatoria”, se señala en un documento oficial, que forma parte del expediente INC/132/2023 del Órgano Interno de Control.

Trascendió que el equipo legal de esta firma trabaja para ganar tiempo con la intención de que el asunto se litigue sin la presión de los cercanos a Zoé Robledo, quienes los tienen más que vetados por el pésimo servicio prestado y por distintas anomalías y señalamientos graves que investigan las autoridades.

Se sabe que la Fiscalía de la Ciudad de México a cargo de Oliver Ariel Pilares Viloria tiene carpetas de investigación en contra de CBH+ y su representante, al parecer por delitos graves como la posesión de fentanilo, por lo que habría decidido realizar un cateo el 24 de abril pasado, el aseguramiento del inmueble y el posterior embargo de cuentas bancarias.

Sin embargo, la empresaria habría tratado de librar la orden judicial argumentando que “dicho acto de autoridad le impide cumplir con el suministro de anestesia y de diversas operaciones funcionales” y “pone en juego la vida, salud e integridad de un gran número de mexicanos que requieren anestesias para poder ser intervenidos quirúrgicamente en los hospitales públicos más importantes del país”.

La situación es crítica, especialmente al considerar que se trata de un proveedor clave para los organismos de salud del país. Para Samantha Bárcenas, quien asegura tener años de experiencia en el sector, podrían venir órdenes de aprehensión y para la empresa CBH+ Especialistas en Innovación Médica se prevé que en cualquier momento se le sancione con la inhabilitación.

Derecho de réplica a Masari Casa de Bolsa y Manuel Herrejón

Tras la publicación de esta columna en este mismo espacio el sábado 22 de junio, Masari Casa de Bolsa remitió una carta aclaratoria expresando en su parte medular lo siguiente:

“Negamos categóricamente que la solicitud de Masari Casa de Bolsa que está siendo analizada por parte de la CNBV para operar como Banco, tenga participación alguna de Óscar Herrejón Caballero y de Manuel Herrejón Suárez. Reiteramos que es de pleno conocimiento de la CNBV que nuestro proceso de licencia únicamente contempla a los socios de Masari Casa de Bolsa”.

A su vez, Manuel Herrejón Suárez remitió, por el mismo conducto que Masari, la siguiente aclaración:

“El origen de mi patrimonio es producto de mi trabajo honesto a lo largo de mi vida profesional, incluidos los últimos 14 años que trabajé en CI Banco y de una herencia en vida que mi padre ha dado a todos sus hijos y que a su vez son producto de sus 19 años de trabajo honesto en Ci Banco.

“No tengo conocimiento de ninguna acusación por algún delito de cualquier naturaleza en mi contra ante ninguna autoridad.

“Por cierto, los abogados de mi padre ya emitieron un comunicado que señala que no existe investigación o acusación por lavado de dinero contra él.

“Insinúa como algo sospechoso el hecho de que fungí como secretario de Vinculación Empresarial del CEN del PRI, por lo cual conozco a Alito Moreno y a otros funcionarios de ese partido. Hasta donde sé, conocer a alguien ni haber ocupado un cargo honorario (sin remuneración alguna, por cierto) en un partido político, constituyen delito alguno en nuestro país ni razón para ser objeto de ninguna investigación, por lo que me parece inapropiado que se busque cuestionar mi integridad por esta razón”.

MÁS DEL AUTOR:

Arturo Rodríguez García

Director en El Coahuilense y Notas Sin Pauta; reportero en la revista Proceso y columnista en El Heraldo de México.

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