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Monterrey, Nuevo León.- La mañana de este sábado Luis Enrique Orozco, designado por el Congreso de Nuevo León como gobernador interino, se presentó en el Palacio de Gobierno para reunirse con el gabinete estatal, sin embargo, el lugar estaba cerrado y ningún otro integrante llegó.
Afuera del Palacio de Gobierno, Orozco declaró a la prensa que a las 7 de la mañana acudió al pase de revista en el campo policial #1 de Fuerza Civil, aunque no hubo un solo elemento formado ni algún alto mando, aunque más tarde se puso en contacto con el comisario general.
“Si esa injustificación trajera una grave afectación al servicio público habré de tomar las medidas pertinentes”, señaló de continuar la nula respuesta de los secretarios, que habían sido citados por conducto del secretario general de gobierno para rendir un informe sobre el estado de la administración.
Dejó claro que no forzaría el acceso al Palacio de Gobierno y en caso de que se le siguiera impidiendo el acceso buscaría las alternativas jurídicas, administrativas y materiales para hacer efectivo el ejercicio del poder y las acciones de gobierno, ya que consideró “muy irresponsable” utilizar la violencia para ejercer su cargo.
Orozco expresó su confianza en que este mismo fin de semana pueda darse un acercamiento con todas las fuerzas políticas del estado, tanto en el Congreso local como en los ayuntamientos e incluso señaló que ha buscado, sin éxito, a Samuel García para dialogar con él.
Horas antes, Samuel García informó a través de sus redes sociales que reasumía el cargo como gobernador de Nuevo León, pese a que aún no ha notificado al Congreso para que le revoque la licencia de seis meses que le autorizó con el objetivo de que pudiera contender por la presidencia de la república.
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